El primer ordenador con Windows 10X llegaría a España en la segunda mitad del año, justo a tiempo para la importante campaña navideña. Eso supone un cambio respecto a los planes iniciales de Microsoft, pero no es el primero.
Originalmente, Windows 10X nació como un sistema diseñado para sistemas con dos pantallas o pantallas flexibles, que se planteaban como la nueva revolución de los ordenadores portátiles. Sin embargo, la pandemia revolucionó el mercado, y las ventas de portátiles volvieron a crecer.
Entre eso, y la dificultad que añadía al desarrollo, Microsoft anunció el año pasado que Windows 10X también llegaría a portátiles convencionales de una pantalla; probablemente a modelos baratos como alternativa a los Chromebooks.
Windows 10X se retrasa
Microsoft adelantó entonces que a Windows 10X le quedaba aproximadamente un año de desarrollo y que, por lo tanto, los primeros dispositivos llegarían en la primera mitad del 2021. Sin embargo, ahora fuentes de la compañía han adelantado a Windows Central que no podrá cumplir esa promesa.
No es precisamente una sorpresa, teniendo en cuenta que Microsoft no ha arrancado aún la maquinaria de marketing con Windows 10X, ni ha adelantado más funciones como suele hacer antes de un lanzamiento importante como este. Eso indicaba que la compañía aún no estaba lista para dejar que el sistema llegase al público. El golpe definitivo llegó en diciembre, cuando Microsoft tendría que haber lanzado una versión casi definitiva de Windows 10X para cumplir los plazos, algo que no ocurrió.
El nuevo plan supone que Windows 10X estará disponible a finales de la primavera, y por lo tanto, a los primeros dispositivos aún les falta un poco; ahora Microsoft juega con el planteamiento de que el primer portátil Windows 10X llegará en la segunda mitad del año.
Poco se sabe de este dispositivo, pero probablemente se centrará en el sector educativo y el empresarial para ofrecer una alternativa de bajo coste.
Qué cambiará
Fuentes internas afirman que el retraso se debe a que Microsoft se quiere asegurar de que Windows 10X es un producto "robusto" y preparado para el usuario final; eso demuestra lo importante que es para el futuro de la compañía, ya que no se atreve a lanzar un sistema y arreglarlo con actualizaciones los primeros meses.
Esto es importante porque Windows 10X será muy diferente de Windows 10 en un aspecto vital: la compatibilidad con aplicaciones Win32 tradicionales. Por lo tanto, Windows 10X no podrá ejecutar la mayoría de programas 'clásicos' de manera local.
Microsoft experimentó inicialmente con la posibilidad de añadir esa compatibilidad, pero la descartó cuando decidió que Windows 10X iba a ser para portátiles baratos, que sólo podrán ejecutar apps obtenidas en la Tienda de Microsoft.
Al menos, puede que no haya una repetición de Windows RT. Microsoft quiere que Windows 10X sea capaz de ejecutar apps Win32, pero a través de Windows Virtual Desktop y Cloud PC, sus soluciones en la nube; es decir, que no se ejecutarían en el portátil sino en un servidor externo.
A cambio, Microsoft ha decidido mejorar Windows 10, implementando las mejoras de Windows 10X como un nuevo diseño, funciones y nuevas versiones de programas como el Explorador de Archivos.
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