La guerra entre Rusia y Ucrania poco a poco está traspasando las fronteras. No solo está sirviendo para que veamos el poderío bélico de ambas potencias, sino para que veamos con horror que se está llevando a cabo, en efecto, una amenaza de escalada nuclear que podría llevarnos a una Tercera Guerra Mundial atómica. Si quieres saber qué ocurriría si una bomba nuclear estallara por ejemplo en pleno centro de Madrid, puedes saberlo gracias a NUKEMAP.
Desde hace años, se han desarrollado simuladores de explosiones nucleares usando los datos de las que ya se han lanzado en el pasado. Por supuesto, es muy complicado ver una situación en la que, por ejemplo, la temible Bomba del Zar rusa explotara en Madrid. No obstante, estos simuladores son muy útiles para hacerse una idea muy aproximada de lo que podría ocurrir en este hipotético caso.
El desarrollador Alex Wellerstein llevó a cabo NUKEMAP, el simulador de explosiones nucleares más avanzado, en conjunto con el College of Arts and Letters del Instituto de Tecnología Stevens de Estados Unidos. Un simulador que permite saber desde las bajas (aproximadas) que provocarían estas bombas hasta el radio de acción de las mismas.
El simulador más completo
NUKEMAP es un completísimo simulador que permite de forma resumida comprobar los efectos de explosiones nucleares en ciertas zonas del mundo. Usando la tecnología de mapas de MapBox e introduciendo una serie de datos, los usuarios pueden comprobar desde el radio de acción de explosiones nucleares hasta ver los efectos de la radiación de las mismas.
El nivel de detalle es abrumador y, por si fuera poco, el simulador tiene una lista de opciones avanzadas para medir prácticamente al milimetro los efectos, introduciendo datos como la altura del estallido, mostrar el radio de la radiación térmica o ver el radio de acción de la bola de fuego, el cráter que esta dejará o la radiación.
NUKEMAP tiene un completo arsenal de bombas que probar en el simulador. Las dos opciones más potentes son las de la Bomba del Zar, de 50 y 100 megatones, la más mortífera que el ser humano ha creado jamás. La bomba realmente es la misma, con la diferencia de que el diseño original de la bomba incluía 100 megatones de potencia, mientras que la que se acabó probando en octubre del año 1961 fue de 50 megatones. ¿Qué pasa si la lanzamos en Madrid?
La imagen muestra en naranja la radiación térmica en los anillos exteriores, mientras que los anillos grisáceos muestran en varios niveles el radio del daño de la explosión en sí misma. El anillo amarillo interior muestra el radio de la bola de fuego causada de la explosión, y el anillo verde, la radiación en sí. Y los datos (de nuevo, aproximados), son devastadores: casi 4 millones de muertos, y más de un millón de heridos en tan solo 24 horas.
El resultado de usar la Bomba del Zar en pleno centro de Madrid implicaría un radio de radiación térmica (es decir, quemaduras de tercer grado) de 60 kilómetros, con 11.300 kilómetros cuadrados de superficie. Los siguientes anillos, que muestran las explosiones ligeras, moderadas y fuerte, quedan así:
- Explosión ligera: 54,3 kilómetros de radio, 9.270 kilómetros cuadrados.
- Explosión moderada: 20,7 kilómetros de radio, 1.350 kilómetros cuadrados.
- Explosión fuerte: 8,91 kilómetros de radio, 249 kilómetros cuadrados.
Los datos restantes muestran como el radio de la bola de fuego resultante sería de 4,62 kilómetros cuadrados y 67,1 kilómetros cuadrados de superficie. El último anillo, el de la radiación, muestra un radio de 3,14 kilómetros, con una superficie de 30,9 kilómetros cuadrados de superficie. Hay que aclarar que estos datos corresponden a un caso en el que la bomba explotara en el aire; en caso de elegir que la bomba explotara en la superficie terrestre, los datos cambiarían bastante.
Las cifras exactas de heridos y de muertos (que NUKEMAP insiste en que son meramente orientativas) implican 3,84 millones de muertos y 1,24 millones de heridos. Además, explican que en cualquier período de 24 horas, 6,38 millones de personas estarían en el radio de la explosión ligera. Todo ello sin contar con los millones de euros en destrozos y devastación
Mientras que el epicentro de la explosión está centrado en Madrid, el radio es tan gigantesco que, por ejemplo, el radio exterior de la radiación térmica pasa holgadamente por Guadalajara y arrasa con Alcalá de Henares, Alcobendas, Parla o Móstoles. Tal es el nivel de amplitud de la devastación que incluso está cerca de rozar Toledo, llegando incluso a alcanzar a Bargas o a Villamiel de Toledo. Las peores consecuencias se las llevarían Alcorcón, Leganés, Fuenlabrada o Alcorcón, que serían alcanzadas por la explosión fuerte de la bomba.
Por supuesto, hablamos no solo de una simulación, sino de la mayor bomba usada por el ser humano en toda su historia. Por lo tanto, es imposible saber por el momento cuáles serían las consecuencias reales de que una bomba nuclear estallara en España, aunque este simulador nos da una terrible idea de cómo sería.
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