El poder de la inteligencia artificial y otros sistemas como el reconocimiento facial han dado lugar a herramientas muy curiosas en internet. En España vimos páginas que generaban rostros mediante IA e incluso casos infames, que desnudaban a mujeres con filtros. Ahora, se ha conseguido un nuevo nivel: PimEyes, una página web que basándose en una cara, permite encontrar todas las fotos asociadas a la misma.
O visto de otra manera: buscar fotos de una persona usando tan solo su cara. Una herramienta que tiene modalidades de pago y que incluso en su versión gratuita es increíblemente funcional. Hasta el punto, tal y como reporta The New York Times, de encontrar fotos completamente inéditas de usuarios ajenos a las redes sociales.
Desde EL ESPAÑOL - Omicrono hemos probado PimEyes y a decir verdad, ha llegado a dar miedo. Y es que no solo encuentra montones de fotos en cuestión de segundos, sino que es capaz de dar cuenta de fotos muy escondidas. Algunas que ni el mismo usuario sabía que estaban colgadas a internet.
Un buscador de caras
PimEyes funciona de una forma muy sencilla. Tan solo necesitas subir una foto o dejar que la web te haga una foto con la cámara frontal o webcam, y la web hará el resto. En cuestión de unos pocos segundos, la web buscará todas las fotos en las que este mismo rostro esté presente. La web, explica, usa "tecnologías de búsqueda de reconocimiento facial para realizar una búsqueda inversa de imágenes".
PimEyes ofrece no solo un feed con todas las caras disponibles en la web, sino que muestra en qué páginas se han subido. Eso sí, no incluye redes sociales, ya que entonces el buscador no tendría mucho sentido. La idea, según esta web, es ofrecer una herramienta "para auditar infracciones de copyright". Básicamente, con su motor de reconocimiento facial, realiza el mismo procedimiento de búsqueda inversa que por ejemplo realiza Google Maps.
La página usa un mecanismo de búsqueda inversa, recibiendo la lista de fotos indexadas en sitios de internet. Muestra todo tipo de fotos, incluyendo fotos con personas, con fondos diferentes y con un corte de pelo distinto. De nuevo, todo en cuestión de segundos y censurando el fondo para centrar la atención solo en la persona de la búsqueda. Por supuesto, se valen de tecnologías de inteligencia artificial y aprendizaje automático para este fin.
Eso sí, tiene un sistema de pagos basado en planes. Los usuarios tienen 3 búsquedas diarias, y dependiendo del precio, se podrán obtener ciertas ventajas. Hay modalidades mensuales y anuales y el mensual más básico cuesta 35,99 euros, con 25 búsquedas diarias y con acceso a las URLs originales de los sitios que alojan esas imágenes, así como alertas de PimEyes. Hay otros dos planes que cuestan 93,99 y el más avanzado, cuesta 350,99 euros.
Este es uno de los otros grandes peros de PimEyes. Los usuarios que no pagan no pueden acceder a las páginas web en las que están subidas estás imágenes. Por ende, el usuario no puede saber, si no paga, dónde están subidas esas imágenes. Algo que se carga el propósito que PimEyes vende.
Los resultados, además, son estremecedores. Hemos probado a buscar rostros incluso con fotografías editadas, con filtros en blanco y negro o con elementos en la foto que pueden provocar fallos en el sistema. Nada más lejos de la realidad: en todos los casos ha conseguido encontrar correctamente los rostros. En las modalidades de pago, de hecho, incluye filtros de búsqueda adicionales.
La polémica
El sitio no es infalible. A medida que el usuario baja a revisar los resultados, menos se parecen las caras que aparecen, e incluso confunde los rostros con los de otras personas famosas. No obstante, este artículo de The New York Times revela algunos datos perturbadores, como el propio hecho de encontrar fotos que algunos periodistas del medio no habían subido voluntariamente a internet. Por ejemplo, uno de los periodistas tuvo una vida anterior al medio en una banda de rock, algo que se descubrió gracias a PimEyes.
Y no solo eso. Algunos sitios indexados con las fotografías pertenecían al mercado pornográfico. Desde el portal descubrieron que la web es mucho más infalible con hombres que con mujeres, ya que con estas últimas suele confundir sus rostros con actrices de sitios pornográficos. Han llegado a recoger testimonios de cómo usuarios usaban PimEyes para destapar las identidades secretas de estas mismas actrices o para buscar imágenes íntimas de sus amigos en Facebook.
Y es que, aunque PimEyes asegura servir para buscar rostros de personas bajo su consentimiento, el director del sitio, Giorgi Gobronidze, aludió a la ética de los usuarios para que no realizaran un mal uso de su tecnología. De hecho, lo más preocupante es que la página no cuenta con medidas o controles que eviten explícitamente que un usuario busque una cara ajena. Algo que por supuesto puede dar pie al mal uso de una herramienta aparentemente demasiado poderosa.
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