Ese momento incómodo en que te encuentras con tu vecino en el ascensor y no sabes si darle conversación o quedarte callado, añade a esa inquietud el verle llegar con la cara cubierta por unas gafas de realidad mixta. Momentos surrealistas como este se están repitiendo por las calles, en las tiendas, pero sobre todo, compartiéndose en las redes sociales. El detonante son las nuevas Meta Quest 3 que han creado un nuevo fenómeno que empieza a despertar burlas.
Con el nacimiento de las Google Glass, unas gafas capaces de tienen hacer y recibir llamadas, grabar vídeos y tomar fotos, sus orgullosos propietarios aprovechaban cualquier ocasión para presumir de ellas en público. De esta actitud chulesca nació la expresión glasshole, un juego de palabras en inglés mezcla del insulto anglosajón asshole y la palabra glass, que significa gafas.
Este 'cariñoso' apelativo ha mutado a metaglassholes en un artículo de la revista The Verge, primera en llamar la atención sobre el alto número de personas que se han animado a salir a la calle con sus nuevas Meta Quest 3 y dejar constancia en redes sociales de la experiencia.
Las gafas de Mark Zuckerberg se presentaron a finales del mes de septiembre y se pusieron a la venta el 10 de octubre cuando se produjo el pistoletazo de salida por un precio de 549,99 euros (128 GB) para que los primeros compradores salieran a explorar el mundo con este curioso objeto en sus caras. Las gafas tienen una autonomía promedio de algo más de 2 horas.
Algunos entran en las tiendas y graban con las cámaras de las gafas lo que están comprando y a las personas con las que se encuentran. Al mismo tiempo, la pantalla del dispositivo les permite ver otras imágenes que nadie más que ellos están observando, así se puede ver a uno entrando en un ascensor con una tablet virtual donde está viendo una película. En el más puro estilo del término realidad aumentada, el mundo real y el virtual se mezcla ante sus ojos. Algunos han llegado a juntar más de cuatro pantallas a la vez.
Publicado por @cixlivVer en Threads
Basta con toparse con uno de estos vídeos en alguna de las múltiples plataformas sociales para no dejar de verlos. Los algoritmos de estas aplicaciones tampoco ayudan, su función es enseñarte más contenidos similares a los que has prestado un mínimo de interés, hasta que estés saturado de ver lo mismo.
Por ejemplo, Jay Mayo se dio una vuelta por la Comic-Con de Nueva York con las gafas puestas grabando clips de extraños por todo el camino. El dispositivo no es pequeño ni pasa desapercibido para que se considere un problema para la privacidad de las personas, que también podría ser grabadas con los móviles por la calle.
No obstante, la relación de un producto como las Google Glass y los glasshole ya fue un motivo de preocupación para la marca en su momento, pues pueden llegar a verse como una burla y no como un objeto atractivo. Meta publicó indicaciones a los usuarios de las gafas Ray-Ban para preservar la privacidad del público, pues estas se confunden con unas gafas de sol tradicionales.
Con las Quest 3 no han tomado estas medidas, ni si las tomará más adelante si la tendencia va a más. Habrá que esperar también para ver si se produce el mismo fenómeno con las nuevas Vision Pro que Apple prepara para 2024.