Los cinco días que Pavel Durov ha pasado detenido y su posterior acusación de hasta 12 cargos por la justicia francesa ha provocado un pequeño cambio en el discurso del CEO de Telegram, aplicación de mensajería ampliamente utilizada en España. Así lo refleja en una declaración de aproximadamente 600 palabras donde reconoce que Telegram no es perfecto y culpa al aumento abrupto de usuarios de las dificultades de la plataforma y el abuso de los delincuentes en ella.
El pleno debate por la moderación de las redes sociales, tras su detención y el bloqueo de X en Brasil, Durov asegura que se ha puesto como objetivo personal "asegurarme que mejoramos significativamente las cosas". En estas últimas semanas, la compañía se ha disculpado con las autoridades de Corea del Sur por la difusión de vídeos sexuales falsos o deepfakes de jóvenes coreanas, el caso saltó a los medios y ha causado un gran impacto en el país.
La carta, publicada en la red social X (Twitter) y el canal de Durov en Telegram, comienza criticando su detención en el país europeo: "Utilizar leyes de la era anterior a los teléfonos inteligentes para acusar a un director ejecutivo de delitos cometidos por terceros en la plataforma que gestiona es un enfoque equivocado". "Estamos dispuestos a abandonar los mercados que no son compatibles con nuestros principios, porque no lo hacemos por dinero", dice y recuerda que ya abandonó Rusia tras las presiones del gobierno para proporcionar claves de cifrado.
El fundador de esta aplicación de mensajería recuerda que su empresa ya elimina a diario millones de publicaciones y canales dañinos, cuenta con informes de transparencia y trabaja con ONG para procesar solicitudes de moderación urgentes. "Sin embargo, escuchamos voces que dicen que no es suficiente", concluye. Sin especificar las medidas que se van a tomar, es posible que la plataforma aumente la moderación en sus canales.
La página de preguntas frecuentes en la que Telegram explica el funcionamiento de su plataforma ha sido actualizada las últimas 24 horas, según The Verge. Donde antes se indicaba que "Todos los chats y grupos de Telegram son territorio privado de sus respectivos participantes y no procesamos solicitudes relacionadas a ellos" (esta afirmación sigue presente en otros apartados); ahora se comienza la respuesta instando a los usuarios a denunciar contenidos o bots ilegales al correo abuse@telegram.org, así como a pulsar el botón "Report" disponible en los ajustes de cada canal; esta opción no está en los chats privados.
Además, ante la pregunta:"¿Procesan solicitudes de terceros para quitar contenidos?". Telegram responde que "podemos quitar sets de stickers que violan los derechos de propiedad intelectual o bots de pornografía". Esta limpieza no se aplica a lo que denominan como "restricciones locales de libertad de expresión". En este caso, "si criticar al gobierno es ilegal en un país, Telegram no será parte de esa censura con motivaciones políticas".
La moderación de los canales privados o públicos es posible en Telegram aunque estas comunicaciones estén cifradas. Telegram solo aplica el cifrado de extremo a extremo en sus chats secretos, una función que los usuarios deben activar expresamente. En el resto de comunicaciones el cifrado se aplica entre el cliente y el servidor o la nube.
Aparte esta aplicación guarda los datos del usuario y del dispositivo desde el que escribe: nombre, teléfono, contactos o dirección IP, incluso, metadatos y conversaciones en la nube. La empresa defiende que su código ha sido estudiado por investigadores externos, además insiste que "cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación está dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente".