Los motivos por los que Amazon aún no ha lazando su nueva Alexa: se retrasa a 2025 y necesitaría un Echo moderno
- Documentos internos de la empresa revelan las dificultades que están enfrentando a la hora de convertirla en un agente virtual más inteligente.
- Más información: Adiós a Alexa y Google Assistant: el ChatGPT más espectacular e increíble ya disponible gratis en España
Si en 2023 se produjo el estallido de la inteligencia artificial al llegar esta tecnología al gran público con chatbots como ChatGPT, en 2024 la IA ha dado el salto a los dispositivos aportando nuevas funciones, pero la próxima gran revolución parece que tendrá que esperar a 2025. Se trata de los agentes de IA, la evolución de los asistentes virtuales como Alexa, Siri y Google que, nutridos por la IA, serán capaces de dar mejores respuestas y actuar en nombre del cliente, comprando por internet o controlando la tecnología que le rodea. Un objetivo que no es sencillo de alcanzar.
En septiembre de 2023, Amazon presentó al mundo su versión renovada de su asistente virtual, es decir, Alexa convertida en agente virtual. Sin embargo, diferentes informes internos filtrados han revelado las dificultades que está atravesando la compañía a lo largo del proyecto.
Se esperaba que la nueva Alexa se diera a conocer a lo largo de 2024, pero los documentos internos filtrados revelan que el lanzamiento se ha ido posponiendo, según indica Bloomberg, hasta 2025. Entre los últimos inconvenientes reportados por los trabajadores del proyecto, estaría la latencia, es decir, que la IA tarda demasiado en dar su respuesta.
Latencia y otros problemas
Así lo revela un documento interno de principios de mes al que ha tenido acceso Fortune. Este problema, conocido como latencia, puede frustrar al cliente final y forzarles a probar otros asistentes de la competencia o simplemente dejar de consultar a Alexa. Aunque, no es el único problema mencionado por los empleados de Amazon en el documento.
En docenas de páginas se resumen las preocupaciones de la empresa sobre este proyecto desde agosto hasta noviembre de este año. Además de tardar en dar resultados, estos no serían lo suficientemente buenos. Los evaluadores han otorgado a este agente bajas puntuaciones de satisfacción. Los usuarios que han probado la nueva versión de Alexa le habrían dado una puntuación de satisfacción de 4,57 sobre 7, inferior al objetivo de la empresa de 5,5 sobre 7.
En anteriores informes filtrados se hablaba de falta de recursos para poder entrenar a la IA con suficientes parámetros. Es importante recordar que esta tecnología, por ahora, se entrena con grandes cantidades de texto e imagen, ejemplos de los que aprende a trabajar de forma estadística, sin comprender el significado de su trabajo.
Este documento interno refleja que Amazon está trabajando en cada uno de los inconvenientes que encuentra en este complejo proyecto antes de lanzarlo al mercado. La portavoz de Amazon, Lauren Raemhild, ha explicado a Fortune que estos detalles no reflejan la experiencia que la empresa ofrecerá con Alexa cuando se anuncia oficialmente, sin dar más detalles. La falta de skills o herramientas frente a la versión actual de Alexa, sería otra de las quejas.
La empresa reitera la dificultad del proyecto que no consiste simplemente en volcar un modelo de lenguaje natural en un dispositivo. Las empresas de la competencia tienen el mismo objetivo, incluida OpenAI, que planea convertir ChatGPT en un agente capaz de controlar funciones y ajuste de los ordenadores o móviles en los que se integre. Esta es también la meta marcada por Apple para la renovada Siri, de cara al próximo año también.
Andy Jassy, CEO de Amazon, ya explicó que la intención de la empresa es que Alexa pueda realizar acciones en nombre del cliente, más que servir de fuente enciclopédica como actúan actualmente los chatbots que se dedican a responder dudas buscando en internet. Será necesario esperar a su presentación oficial para comprobar cuántos de estos contratiempos se han solventado por el camino.
Renovar el altavoz
Por último, su salida al mercado podría encontrarse con la dificultad de llevarlo al máximo número de clientes. Algunos de los altavoces inteligentes Echo más antiguos pueden ser incompatibles con el software de la nueva Alexa, lo que afectaría al 10% de propietarios de uno de estos equipos. Esto podría deberse a la necesidad de contar con una memoria más grande para integrar el peso de esta nueva Alexa.
No obstante, la empresa podría ofrecer un plan para cambiar el viejo altavoz por uno de los más nuevos. A esta compra se sumaría el gasto de la suscripción para poder hacer un uso completo de las funciones del agente, como han adoptado otras empresas ofreciendo diferentes planes de acceso. El precio sería de 9 euros al mes.