Cuerpos viejos, cerebros jóvenes: El secreto de los “Superancianos”
Noticias relacionadas
Llegar a la vejez con nuestras facultades cognitivas intactas es el sueño de cualquiera. Por otro lado estan las pesadillas, que hoy en día se llaman Parkinson y Alzheimer, y que asustan a cualquiera por si le toca en desgracia sufrirlas en una edad avanzada. Pero parece ser que si existe un “grupo de élite” capaz de llegar a la vejez (alrededor de los 80 años) con un cerebro similar a un jovencito de 20 o 30 años. ¿Imposible? Que va, existen, y han sido estudiados para intentar averiguar cómo lo consiguen.
Actualmente cada vez están más estudiados los cerebros de las personas que sufren algún tipo de demencia. Pero, ¿y los que no? ¿qué sabemos de los que resisten con un cerebro similar al de una persona joven, o incluso mejor? La investigación de Emily Rogalski, una investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nortwestern Feinberg, va por ese camino. Ella identificó a un grupo de personas así, con una edad alrededor de los 80 años pero con cerebros que daban imágenes similares a los de 20 o 30 años, o incluso más jóvenes. Estas imágenes eran tomadas en resonancia magnética, en 3D, y destacaba la capa externa del cerebro, que era más gruesa que los otros participantes del estudio de mediana edad (alrededor de los 50 años), cuando lo normal es que se encoja con el tiempo.
La investigadora se quedó asombrada, ya que esta capa es importante para diferentes habilidades cognitivas como la memoria, la atención u otras. En estos “superancianos”, la capa externa cerebral o córtex era más gruesa que las capas normales de su edad, similar al grueso de los otros participantes de su estudio que rondaban entre los 50 y 65 años.
“Estos resultados son importantes, ya que el hecho de perder materia gris o células cerebrales esta asociado al envejecimiento normal”
El objetivo final de Rogalski es desentrañar el secreto de estos cerebros, que resisten el paso del tiempo y, por tanto, están protegidos contra el deterioro de la memoria o las demencias. Si se descubriera como lo hacen podrían idearse nuevas terapias para detener enfermedades degenerativas como el terrible Alzheimer.
Su investigación se basa en el grosor del córtex cerebral, la capa más externa del cerebro. El espesor de esta capa se correlaciona con el número de neuronas que puede haber, que como supondréis son imposibles de contar.
“Realmente no podemos contar las neuronas, pero el grosor del córtex externo del cerebro nos da una medida indirecta de la salud del cerebro. Un córtex grueso sugiere un mayor número de neuronas”
Hay muy pocas personas que tengan la suerte de contar con cerebros así, por eso el estudio de Rogalski solo pudo contar con 12 participantes del área de Chicago con estas características, además de 10 participantes de edad avanzada pero con un cerebro normalmente envejecido y 14 participantes de mediana edad (con una media de 57,9 años). La mayoría de los participantes “superancianos” planean acabar donando su cerebro para que lo estudien y así poder saber cómo aguantan sus cerebros a la edad.
Si lo pensáis, tener un cerebro así es un gran regalo. Poder llegar a los 80 años y acordarte de forma clara y concisa de prácticamente todo lo que te ha pasado sin sufrir ningún tipo de deterioro ni tener que depender de nadie. La verdad es que debe ser genial, anciano por fuera, joven por dentro.
Vía: Medical News Today.