La vacuna contra el cáncer no fabricada por falta de presupuesto
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En la época de crisis que vivimos actualmente, cada día es más y más complicado encontrar financiación para diversas investigaciones o proyectos. Aunque en los últimos días han salido a la luz los Ig Nobel (los llamados “anti-Nobel” porque premian a estudios más bien satíricos o que solo buscan hacer reír), la gran mayoría de las investigaciones no son tales, sino que logran ir dando ciertos pasos hacia un mundo mejor e incluso algún que otro paso de gigante hacia el futuro. Pero, como comenté hace tiempo en el artículo “La austeridad de Europa acabará con la ciencia”, la falta de financiación de algunos proyectos puede dejarnos en la cuneta a la hora de resolver ciertos problemas sanitarios actuales, como el cáncer o el SIDA.
En el caso que os trasladaré hoy, la falta de presupuesto recae sobre una posible vacuna contra el cáncer que está paralizada en una nevera desde 2010, ya que su investigadores, un grupo de expertos suecos, no han podido llevar a cabo más ensayos clínicos por falta de financiación.
Hay que aclarar que realmente no es una vacuna como otras, sino que es un virus, el Adenovirus 5 (AD5), que ha tenido éxito en roedores destruyendo tumores neuroendocrinos (como el que acabó con la vida de Steve Jobs por ejemplo), gracias a la modificación de su secuencia de ADN (por descontado, no penséis que es tan fácil como liberar el virus en un individuo y esperar a que haga efecto… ojalá, así en lugar de enfermarnos, los virus nos curarían, y no es así).
Actualmente este equipo de científicos, de la Universidad de Uppsala, esta buscando financiación gracias a la técnica del micromecenazgo o crowdfunding, es decir, pidiendo pequeñas donaciones para ir sumando poco a poco el millón y medio de euros que necesitan para sus ensayos clínicos en humanos, según comentaba el Financial Times hace unos días.
Por lo que explica Magnus Essand, director de este proyecto y profesor de terapia genética, el Adenovirus 5 es un virus bastante común, el cual, al modificar su secuencia genética, no produce mayores efectos secundarios que una gripe leve, y a la vez es capaz de acabar con las células cancerosas resistentes a otros tratamientos. Y no solo tiene pocos efectos secundarios, sino que es un método bastante preciso y barato.
Una de las razones por las cuales es difícil obtener financiación es que el proyecto expuesto debe tener cierta seguridad de éxito, y los tratamientos con virus, aunque ya han sido estudiados en otras ocasiones y parecen tener muchas papeletas de llegar a buen puerto, todavía no son catalogados de ser tan certeros como para arriesgarse en su financiación. Y puede que este sea uno de tantos problemas de este equipo de investigación a la hora de probar suerte y encontrar a algún filántropo generoso que les ayude en su proyecto.
Pero el profesor Essand lo tiene claro, los virus son el futuro, y aunque este proyecto no tenga el éxito que esperan de él, al menos sentará las bases para poder seguir investigando en esta línea de virus modificados genéticamente y curas contra el cáncer.
Vía: El Confidencial.