Los probióticos ayudan a crecer mejor al pez cebra y aumentan su supervivencia
En varias ocasiones hemos hablado en MedCiencia de los probióticos en relación con el beneficio que puedan causar en los humanos y hemos visto que los alimentos probióticos son buenos en dosis adecuadas en momentos puntuales pero no está demostrado de forma concluyente hasta el momento que el uso continuado de probióticos mejore la salud de alguna manera. Tal vez este estudio sea el principio para saber si realmente el tratamiento con un tipo determinado de probiótico pueda ser efectivo a largo plazo en humanos.
Un reciente estudio publicado en PLoS ONE demuestra que un determinado tipo de probiótico sí tiene un efecto notable en el pez cebra ya que aceleran la calcificación de los huesos de la columna y la diferenciación gonadal.
Los probióticos sí ayudan a los peces cebra
Científicos del Instituto de Tecnología Marina y Ambiental de la Universidad de Maryland han estudiado el efecto que tienen los probióticos en el desarrollo del pez cebra. Lo que hicieron fue añadir una bacteria, Lactobacillus rhamnosus, en el agua de los peces, de manera que se instaló en la microbiota de los animales desde que nacieron y estudiaron los resultados que aportó esa bacteria a la largo de toda la vida del animal. Han descubierto que las bacterias aceleran su desarrollo y aumentan las posibilidades de supervivencia de los juveniles para llegar a la edad adulta en un 20%.
Este descubrimiento podría tener importantes aplicaciones en la acuicultura, tanto en la cría de peces para consumo como para la cría de peces ornamentales.
Por otro lado, según palabras del principal investigador, Jacques Ravel:
“Saber que se puede colonizar el intestino de un pez cebra con una cepa probiótica y mejorar su desarrollo se convierte en un modelo interesante para nosotros para estudiar el efecto beneficioso de los probióticos en niños y adultos”.
El equipo estudia actualmente el efecto de Lactobacillus rhamnosus en el desarrollo intestinal de los bebés prematuros. Tal vez en futuro podamos saber qué probióticos son los que realmente son beneficiosos a largo plazo y cuáles son las mejoras que las bacterias pueden hacer en nosotros.
Fuente: PLoS ONE, Brock (Ed. Pearson, 2009).