No es la primera vez que periodistas se infiltran en las fábricas de Foxconn para denunciar públicamente las condiciones laborales de los trabajadores. El periodista chino que se infiltró por primera vez consiguió que tuviera una repercusión mediática importante porque se hizo público poco antes de presentar Apple el iPhone 5. Pero aunque son maniobras para ganar atención, lo cierto es que gran parte de los grandes fabricantes de aparatos electrónicos son clientes de Foxconn, no sólo Apple.

Foxconn ha intentado por todos los medios lavar su imagen, con reportajes maquillados, y comprometiéndose a mejorar todo aquello que le ha ido trayendo problemas, como las huelgas, subidas de sueldo, mejores condiciones laborales, dejar de contratar menores y en definitiva enmendar una imagen muy mala que arrastra a todos sus clientes. Pero todo apunta a que no ha cambiado nada, pese a la presión mediática.

Han sido dos meses los que los periodistas han estado infiltrados en la fábrica que tiene Foxconn destinada a la producción del iPhone 5 en Zhengzhou. Han constatado que las promesas que hicieron tanto Foxconn como Apple por mejorar y mantener unas condiciones laborales dignas son papel mojado. En el reportaje que fue emitido ayer se puede ver que la situación es realmente grave. Dormitorios ocupados en la nueva fábrica sin que aún se hayan acabado de construir (sin luz ni agua). Los que tienen luz se les prohibe usarla por peligro de incendio (eso les dicen).

Encontraron estudiantes en edad legal que podían trabajar en la fábrica pero que no querían, se sienten estafados por los responsables de los institutos que los amenazan con no conseguir su diploma si no van a trabajar a Foxconn. Los trabajadores cualificados se quejan de que su reciente subida de sueldo la ha absorbido casi en su totalidad Foxconn para gastos de alojamiento, seguro y comida. Hasta se les cobra 7$ para examenes psicológicos en teoría para evitar el suicidio.

Foxconn no ha querido hacer comentarios al respecto en este reportaje, ni posteriormente para Engadget, pero sí lo ha hecho Apple, que insiste en que sus proveedores están obligados a ofrecer condiciones de trabajo seguras, dignidad y respecto a sus empleados. Y aunque Apple tiene un riguroso estándar y mantiene informes regulares de sus proveedores, parece que algo se les escapa.

El reportaje pone de manifiesto una vez más la delgada línea que separa producción de explotación y aunque son muchas las teóricas advertencias y la presión mediática a esta compañía las medidas y compromisos que la empresa adquiere son sólo de cara a la opinión pública. Esperemos que con este nuevo reportaje se vuelva a mirar con lupa a Foxconn y realmente cambie algo.

Via Engadget