Descubiertas nuevas células del cerebro
Científicos de el Instituto Karolinska en Suecia, en colaboración con compañeros de Alemania y los Países Bajos, han logrado identificar en ratones un grupo hasta ahora totalmente desconocido de células nerviosas en el cerebro. Estas células nerviosas regulan funciones cardiovasculares, tales como el ritmo cardíaco y la presión arterial. Se desarrollan en el cerebro con la ayuda de la hormona tiroidea, que se produce en la glándula tiroides. Los pacientes en los que se altera la función de la glándula tiroides produciendo demasiada o muy poca hormona tiroidea tienen riesgo de problemas en el desarrollo de estas células nerviosas. Esto a su vez tiene un efecto en la función del corazón, conduce a la enfermedad cardiovascular.
Se sabe que los pacientes con hipertiroidismo o hipotiroidismo no tratado a menudo desarrollan problemas cardíacos. Previamente, se creía que esto era únicamente resultado de que la hormona tiroídea afecta directamente el corazón. El nuevo estudio, sin embargo, muestra que la hormona tiroidea también afecta al corazón indirectamente, a través de estas neuronas recién descubiertas.
Es de esperar que el descubrimiento, que se publica en la revista Journal of Clinical Investigation, sea significativo a largo plazo en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en seres humanos.
“Este descubrimiento abre la posibilidad de una nueva forma de combatir las enfermedades cardiovasculares”, dice Jens Mittag, jefe de grupo en el Departamento de Biología Celular y Molecular del Instituto Karolinska. “Si aprendemos a controlar estas neuronas, vamos a ser capaces de tratar ciertos problemas cardiovasculares como la hipertensión a través del cerebro. Esto, sin embargo, aún estamos lejos de conseguirlo. Una conclusión más inmediata es que es de suma importancia para identificar y tratar a las mujeres embarazadas con hipotiroidismo, ya que su bajo nivel de hormona tiroidea puede afectar la producción de estas neuronas en el feto, y esto puede causar los trastornos cardiovasculares a largo plazo en la descendencia. “
Fuentes: Science Daily
