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Avergonzarse de ser ex-alcohólico aumenta el riesgo de recaídas

8 febrero, 2013 17:18
 

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De acuerdo con investigadores de la University of British Columbia, un ex-alcohólico que siente vergüenza por haber bebido en el pasado puede estar en mayor riesgo de recaída y desarrollar otros problemas de salud.

Los resultados revelan que las muestra de comportamiento de vergüenza son un fuerte predictor de si los alcohólicos en recuperación recaerán en el futuro

Investigaciones anteriores han sugerido que experimentar vergüenza puede motivar a la gente a mejorar su autoestima y contribuir al bien común. Sin embargo, no estaba claro si la mejora general afecta a comportamientos específicos.

Por ejemplo, no está claro si la vergüenza experimentada por un conductor bajo los efectos del alcohol realmente disuade de beber y conducir. De hecho, algunas investigaciones han sugerido que la vergüenza hace más daño que bien, ya que puede contribuir a esconderse, escapar, y a la evitación general del problema.

Los científicos psicológicos Jessica Tracy, Ph.D. y Daniel Randles de la University of British Columbia querían saber si la distinción entre la vergüenza y la culpa pueden desempeñar un papel importante en la determinación del comportamiento futuro.

Por ejemplo, aquellos que sienten vergüenza pueden culparse a sí mismos por los acontecimientos negativos y ver su “mal” comportamiento como una parte inmutable de lo que son. Por lo tanto, la vergüenza puede ser en realidad un factor de riesgo para ciertos comportamientos en lugar de un factor disuasivo. Pero este no parece ser el caso de culpabilidad.

“Una razón por la que algunos programas de sobriedad pueden ser eficaces”, dicen los investigadores, “se debe a que animar a la gente a ver su comportamiento como algo de lo que deben sentirse culpable, pero no necesariamente vergonzados”.

Sentirse culpable de elecciones pasadas, en contraposición a sentir vergüenza por ser una “mala” persona, puede ser una parte vital de la recuperación.

Para investigar la influencia de la vergüenza y la culpa en la recuperación de la adicción, los investigadores analizaron los resultados de consumo de alcohol y la salud en una muestra de alcohólicos en recuperación recientemente sobrios.

La vergüenza es difícil de medir porque la gente suele no reconocer los sentimientos de vergüenza. Para dar cuenta de esto, los investigadores utilizaron medidas de auto-reporte de la vergüenza y la obseración de conductas relacionadas con la vergüenza. Los participantes serían menos capaces de controlar voluntariamente estos “comportamientos”.

En la primera sesión, a los participantes se les pidió que describiesen la última vez que bebieron y se sintieron mal por ello. En otra sesión de unos cuatro meses más tarde, a los participantes se les pidió que informasen sobre sus comportamientos con la bebida. Los participantes completaron cuestionarios sobre su salud física y mental en las dos sesiones.

Los resultados revelaron que las personas que mostraron un comportamiento más relacionado con la vergüenza eran más propensos a tener una peor salud física en el momento de la primera sesión. Además, las muestras de comportamiento de vergüenza predecian si los participantes iban a recaer después de la primera sesión.

“Cuanta vergüenza mostraban los participantes no sólo predijo fuertemente si recayeron, sino también lo mala que fue la recaída – es decir, cuanto bebieron si tuvieron la recaída”

Los comportamientos de vergüenza durante la primera sesión también predijeron angustiosos síntomas psiquiátricos en la segunda sesión. Y los resultados muestran una posible asociación entre la vergüenza y el empeoramiento de la salud con el tiempo.

Por el contrario, la percepción subjetiva de vergüenza no predijo la probabilidad de recaída, el número de bebidas consumidas, o la futura salud, dando una prueba más de que un auto-informe no puede ser una manera exacta de medir la vergüenza.

Source: Clinical Psychological Science / Psych Central