Por ejemplo, el Dr. Gerald Crabtree, un genetista e investigador de la Stanford University, cree que nuestro decaimiento intelectual como raza tiene mucho que ver con mutaciones genéticas adversas. Según él,  nuestras capacidades cognitivas y emocionales están alimentadas y determinadas por el esfuerzo combinado de miles de genes. Si se produce una mutación en cualquiera de estos genes, que es muy probable, la inteligencia o estabilidad emocional puede afectarse negativamente.

Además, el genetista explica que las personas con mutaciones genéticas específicas adversas son más propensas que nunca a sobrevivir y vivir entre los ‘fuertes’. La teoría de Darwin de la “supervivencia del más apto” es menos aplicable en la sociedad actual, por lo tanto los que tienen mejores genes no necesariamente dominan en la sociedad como lo hubieran hecho en el pasado.

Si bien esta hipótesis tiene cierto mérito: ¿son en realidad los genes la razón principal de la disminución cognitiva general de la raza humana? Si los seres humanos realmente carecen de la inteligencia que tuvieron en el pasado, es importante tener en cuenta otras posibles causas.

El abastecimiento de agua, el fluoruro está disminuyendo tu coeficiente intelectual

Investigadores de Harvard han descubierto que existen unas cantidades desenfrenadas de fluoruro en su suministro de agua nacional. Estas cantidades pueden colaborar a disminuir el coeficiente intelectual e “idiotizar” a la población. Los investigadores, cuyos hallazgos se encuentran publicados en la revista Environmental Health Perspectives, concluyen que sus resultados apoyan la posibilidad de que existan efectos adversos de la exposición a fluoruros en el neurodesarrollo infantil.

“En este estudio hemos encontrado una significativa relación dosis-respuesta entre el nivel de fluoruro en suero y el coeficiente intelectual de los niños… Este es el estudio número 24 que ha encontrado esta asociación”.

En España se aprobó el enriquecimiento del agua de red en 1969, ¿Podríamos llegar también a estos problemas?

Los pesticidas están disminuyendo la inteligencia

Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences descubrió que los pesticidas están creando cambios permanentes en la estructura general del cerebro – cambios que se han vinculado a niveles de inteligencia inferiores y disminución de la función cognitiva. En concreto, los investigadores descubrieron que un pesticida conocido como el clorpirifós (CPF) se relaciona con “anormalidades significativas”. Además, estos  impactos negativos se producen incluso a niveles bajos de exposición.

“La exposición tóxica durante este período crítico puede tener efectos de largo alcance sobre el desarrollo cerebral y el funcionamiento conductual”.

Los alimentos procesados y el sirope de maíz con alto contenido en fructosa “idiotizan” a la gente.

Realizando un seguimiento de 14,000 niños, investigadores británicos descubrieron la conexión entre los alimentos procesados y la reducción del coeficiente intelectual. Tras registrar las dietas de los niños y analizar los cuestionarios presentados por los padres, los investigadores hallaron que si los niños estaban consumiendo una dieta procesada a los 3 años, el declive del CI podría comenzar en los próximos cinco años. Por el contrario, los niños que consumían una dieta rica en nutrientes, incluidas las frutas y hortalizas aumentaron su coeficiente intelectual durante el período de 3 años. Los alimentos ricos en nutrientes considerados por los investigadores fueron la mayoría de las frutas y verduras convencionales.

Curiosamente, un ingrediente particular omnipresente en los alimentos procesados y bebidas azucaradas en todo el mundo, el jarabe de maíz rico en fructosa, se ha vinculado con el coeficiente intelectual reducido. Los investigadores de la UCLAque llegan a estas conclusiones se han encontrado que el jarabe de maíz rico en fructosa puede dañar el funcionamiento del cerebro de sus consumidores saboteando su aprendizaje y su memoria.

En conclusión, las mutaciones genéticas pueden tener algo que ver con el continuo descenso de la inteligencia, pero deberíamos pararnos a pensar por un momento lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos para hacer este descenso aún más prominente.

Fuentes: My Science Academy