Como usuarios, no podemos sino alegrarnos de que poco a poco contemos con más opciones a la hora de decantarnos por un terminal en concreto. Android, iOS, Windows Phone o BlackBerry OS (en España desde hace unas horas), son solo algunas de las opciones sobre las que podemos elegir a día de hoy. En unos meses contaremos también con Firefox OS, el sistema operativo de Mozilla que lleva por bandera, entre otras virtudes, ser enteramente adaptable a cualquier dispositivo de gama alta, media o baja, ya que en principio, Firefox OS tendrá unos requisitos de hardware bastante humildes visto lo visto en el MWC. Pero también cuenta con una virtud que hará las delicias de compañías como Movistar, Orange o Vodafone: es tan “personalizable” como Android.

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César Alierta (CEO de Telefónica) nos sorprendía, gratamente por una vez, con una reveladora afirmación durante el MWC: “ningún duopolio empresarial es beneficioso para nadie”. Bien es cierto que el desarrollo de sistemas operativos móviles como Android y iOS ha desencadenado una explosión sin precedentes en las ventas de telefonía móvil, pero la suculenta intrusión vía software por parte de las compañías de telecomunicaciones, preocupa en ocasiones a aquellos que apuestan por una experiencia pura del software tal y como fue concebido, sin aplicaciones o modificaciones que puedan disminuir la calidad final del producto. Modificaciones que estamos cansados de ver una y otra vez en dispositivos Android de la mano tanto de fabricantes con sus capas personalizadas sobre la interfaz, como de carriers con sus miles de aplicaciones en su mayoría de dudosa utilidad…

En los meses venideros seremos testigos de qué porción del pastel se llevará Mozilla con su Firefox OS en este Juego de Carriers. Debido a su flexibilidad parece que Mozilla jugará en la liga de Google, como sistema operativo libre, pero qué duda cabe de que también afectará a las ventas de terminales con software propietario como iOS o Windows Phone. Personalmente sólo espero que Firefox OS no quede relegado a llenar el hueco de sistema operativo para terminales de hardware humilde, y consiga avivar una vez más la sana competencia tanto entre desarrolladores como entre fabricantes.