¿Por qué los padres no vacunan a sus hijas contra el Virus del Papiloma Humano?
Noticias relacionadas
El gran invento para intentar erradicar las infecciones son, como no, las vacunas. Habrá a quien le gustará más o menos eso de recibir pinchazos (yo estoy apunto de acabar la carrera y siguen sin gustarme), pero son necesarios. Con las vacunas se salvan miles de vidas cada año, pero aún así existen individuos que las tratan como “inventos de las farmacéuticas para ganar más dinero” (cuando hoy en día en muchos países ya se subvencionan casi todas las vacunaciones) o simplemente quieren saber más que los expertos y profesionales alegando que “esas vacunas no son necesarias”. Curiosamente, respecto a este último caso, podemos hablar del Virus del Papiloma Humano.
Me ha parecido curiosa la noticia y no he podido evitar comentárosla hoy. Resulta que, según una encuesta de 2010 en Estados Unidos, el número de padres que se negaba a vacunar a sus hijas creció hasta un 43,9%. Aún conociéndose las consecuencias que tiene la infección por dicho virus (que pueden llegar hasta el cáncer). Y, ¿por qué? ¿a que se debe esta negativa a la vacunación? Por lo visto, a querer saber más que los profesionales de la salud.
Las razones que más nombraron los padres eran las siguientes:
- Problemas de seguridad o efectos secundarios de las vacunas.
- Vacuna no apropiada para la edad de las niñas (de 12 a 13 años).
- Y la inactividad sexual de las niñas que recibían las vacunas.
Sorprendentemente, el coste de la vacuna no fue una razón de peso (y considerando que esta vacuna no está subvencionada, sino que corre a cargo del bolsillo de cada uno), pero lo que más llama la atención es la excusa de los “efectos secundarios”, cuando tiene exactamente los mismos efectos que otras como la del tétanos, la difteria o la tosferina, que se aplican con total normalidad y no despiertan quejas en más del 1% de los padres. Pero, respecto a la vacuna del VPH, las quejas sobre su seguridad ascendían hasta el 16,4% en 2010. Dichos efectos secundarios son dolor en el lugar de la inyección, una leve fiebre, mareo o desmayo, y se dan en un número escasísimo de casos.
Así que, con todo, menos del 30% de las niñas que debían ser vacunadas para el VPH en 2010 llegó a aplicarse dicha vacuna. Y, de ese ya escaso porcentaje, solo una tercera parte se aplicó las tres dosis recomendadas de la vacuna. Es decir, que en total, solo un 10% de toda la población de niñas que debía recibir la vacuna acabó protegiéndose contra este virus en 2010.
La verdad es que los datos son alarmantes. Personalmente lo que más me sorprende es que justamente el precio (estando en época de crisis sería una queja relativamente normal) no se ha nombrado para nada. Sin embargo las otras razones son pobres e ilógicas, y más alarmantes si cabe por ello. Y, si tenemos en cuenta que el VPH es el responsable del 100% de los cánceres de cuello de útero y del 50% de los cánceres genitales, la preocupación del personal sanitario no es para menos.
Las vacunas son un método de prevención que cada año aumentan su eficacia y nos protegen de poder sufrir enfermedades. No se dan por gusto, se aplican porque son necesarias y previenen de un mal peor, esto es algo que creo que todo el mundo debería tener claro antes de opinar que “no son necesarias”.
Y vosotros, ¿qué opináis?Vía | Medical News Today.
Imagen | ABC.