Las 3 enfermedades que podrían convertirse en las epidemias del siglo XXI
Tras los terribles brotes de Ébola y Zika, aún quedan diferentes enfermedades con potencial para ser grandes epidemias del siglo XXI, y debemos prevenirlas
21 enero, 2017 20:04Noticias relacionadas
Tras saltar todas las alarmas por virus como el Ébola o el Zika, no podemos bajar la guardia respecto a otras enfermedades descubiertas recientemente y que pueden dar muchos problemas.
Por ello, el pasado jueves 19 de enero se reunieron ONGs, gobiernos e investigadores en Suiza para elaborar un plan de acción contra estas tres enfermedades que podrían convertirse en las epidemias del siglo XXI, antes de que lleguen a ese punto de no retorno.
Así pues, según la Coalición para la Innovación y Preparación para las Epidemias (CEPI), cuya reunión se ha celebrado en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), las tres enfermedades en cuestión serían el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), la Fiebre de Lassa y el Virus Nipah (NIV). Todas ellas son altamente contagiosas y carecen de vacunas o tratamientos efectivos.
Qué plan tenemos contra las epidemias del siglo XXI
Según la CEPI, el “plan de ataque” sería financiar la investigación de la vacunación de estas tres enfermedades antes de que salgan del (poco) control que tenemos sobre ellas. De momento, varias organizaciones benéficas y gobiernos han creado una iniciativa dotada de 460 millones de dólares para empezar.
El objetivo inicial sería desarrollar al menos dos vacunas diferentes para cada una de las potenciales epidemias del siglo XXI. Aunque idealmente deberían estudiarse entre 5 o 6 posibilidades de vacunas a la vez, la financiación actual solo daría suficiente para fabricar dos o tres de ellas.
Qué sabemos sobre las tres potenciales epidemias del siglo XXI
Por un lado tenemos el MERS Coronavirus, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que fue reportada por primera vez en 2012 en Arabia Saudí. Se trata de una forma de Coronavirus diferente al causante del SARS (otra enfermedad respiratoria altamente contagiosa y letal).
Aquellos que sufren MERS desarrollan una enfermedad respiratoria aguda grave con fiebre, tos y falta de respiración. Lo peor del asunto, es que 3-4 de cada 10 individuos mueren por el MERS.
De momento el MERS solo se ha difundido por Arabia Saudí o por aquellos que han salido del país a otros lugares (como sucedió en Corea del Sur y su brote de MERS de 2015)
Por otro lado tenemos la Fiebre de Lassa, una enfermedad descubierta en 2015 en África Occidental y que se contrae tras exponerse a la orina o excrementos de rata contaminados. Una vez se contrae el virus, se puede transmitir de persona a persona a través de diversos fluidos corporales. Hasta el momento, la Fiebre de Lassa ha acabado con la vida de 160 personas en Nigeria.
Finalmente tenemos el Virus Nipah o NIV, una enfermedad descubierta en 1998 en Kampung Sungai Nipah (Malasia), y que se contrae por el consumo de alimentos contaminados por murciélagos de la fruta. Asimismo, el Virus Nipah también puede contagiarse de humano a humano, sobre todo en los hospitales (igual que la Fiebre de Lassa). De momento, el Virus Nipah ha matado a 196 personas desde 2001.
Los otros virus que han causado estragos durante la última década
Como habréis notado, el CEPI busca tratar de prevenir estas nuevas epidemias del siglo XXI justo después de haber sufrido un par de brotes bastante importantes causados por dos virus muy conocidos: El Ébola y el Zika.
Por un lado, el reciente brote de Ébola que duró desde 2013 a 2016 acabó con la vida de 11.300 personas en total. Y dejó en evidencia a la OMS, pues no estábamos preparados para detectar brotes locales y responder con la rapidez suficiente. Realmente podría haberse convertido en una pandemia mundial imparable.
Por otro lado, el virus Zika ha causado estragos en Brasil (llegando a poner en peligro los recientes Juegos Olímpicos) y otros país desde 2015, dejando hasta 2.200 casos de bebés con microcefalia a causa de que sus madres estaban infectadas con el virus, el cual se transmite por picaduras de mosquitos o por transmisión sexual de persona a persona.
Cabe añadir, además, que a parte de socavar la salud de la población mundial, tanto los “pequeños” brotes como las potenciales epidemias del siglo XXI tienen un gran impacto económico en aquellos países que los sufren: El Ébola causó una pérdida económica de 3.000 millones de dólares en Guinea, Sierra Leona y Libera y el SARS costó 40 mil millones de dólares.
Evidentemente, no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a ver qué será lo siguiente.