Las comidas familiares son beneficiosas para la salud mental de los adolescentes
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Para muchos las ocasiones en las que todos los miembros de una familia se sientan a comer juntos son extremadamente raras. Cada uno llega a casa de estudiar o trabajar a una hora diferente y por ello es a veces muy difícil que estas situaciones se den.
Sin embargo, las cenas familiares hacen algo más que ayudar a los miembros de la familia a ponerse al día sobre los asuntos de los demás. Un estudio reciente sugiere que el compañerismo inherente a tales reuniones contribuye a la buena salud mental de los adolescentes, haciendo de estas reuniones familiares un momento realmente beneficioso para ellos..
“Tener comidas familiares más frecuentemente se relaciona con una menor frecuencia de problemas emocionales y comportamentales, un mayor bienestar emocional, comportamientos más confiados y serviciales hacia los demás y una mayor satisfacción vital” Frank Elgar, Ph.D., profesor de la McGill University en Montreal, Canadá
Para esta última investigación, los científicos examinaron la relación entre la frecuencia de comidas familiares y los aspectos, positivos y/o negatives de la salud mental utilizando una muestra de 26.096 adolescentes canadienses de entre 11-15 años.
Durante el estudio, los adolescentes presentaron datos sobre la frecuencia semanal de las cenas familiares, la facilidad de comunicación con sus padres y cinco dimensiones de la salud mental, incluyendo problemas de internalización y externalización, bienestar emocional, conductas más serviciales y satisfacción con vital.
En los resultados del estudio se vieron los mismos efectos positivos de las comidas familiares sobre la salud mental de los jóvenes independientemente del sexo, edad o riqueza familiar.
“Nos sorprendimos al encontrar efectos tan consistentes en todos los resultados que estudiamos”, dijo Elgar. “De no tener cenas juntos a comer juntos siete noches a la semana, cada cena adicional se relacionó con una salud mental significativamente mucho mejor”.
Los científicos creen que esto se debe a que las comidas familiares representan una oportunidad para que los padres puedan educar a sus hijos en una amplia variedad de habilidades de la vida como la flexibilidad, el afrontamiento de situaciones o la toma de decisiones. Por otra parte, este tiempo juntos permite a los adolescentes expresar sus preocupaciones y sentirse valorados, ambos elementos que claramente conducen a una buena salud mental.
Fuentes: Psych Central / McGill University