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El esperma no olvida…

13 junio, 2013 17:41

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El esperma tiene memoria. Al menos el esperma de los ratones macho en un estudio reciente. La consecuencia directa de este hallazgo es que el estrés que sufre el hombre, bien en la adolescencia, bien en la edad adulta, podría dejar una huella duradera en el esperma que da a hijos e hijas una reacción frente al estrés que se ha relacionado con algunos trastornos mentales. Los hallazgos, publicados como estudio preclínico en la revista Journal of Neuroscience por investigadores de la Universidad de Pennsylvania, muestra de esta manera, por primera vez, un vínculo epigenético entre padres e hijos relacionado con enfermedades relacionadas con el estrés, como la ansiedad y la depresión.

Cosas parecidas en términos epigenéticos ya se habían constatado en mujeres: ciertos problemas ambientales, como la dieta, el consumo de drogas y el estrés crónico durante el embarazo afectan el desarrollo neurológico de los recién nacidos y aumentan el riesgo de algunas afecciones. En cambio, la influencia del padre sobre sus hijos siempre ha sido menos conocida.

Los investigadores llevaron a cabo el trabajo en ratones machos preadolescentes y adultos, que fueron sometidos a seis semanas de estrés crónico. Se les indujo una marca epigenética en el esperma que reprogramó el eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal de su descendencia (esta región regula la respuestas al estrés). A los investigadores les sorprendió la baja reactividad frente al estrés que mostraron hijos e hijas. La baja reactividad se constató en base a la reducción de los niveles de la hormona del estrés, la corticosterona (en seres humanos, que cortisol).

Esta vía de desregulación del estrés (cuando la reactividad se intensifica o se reduce) indica que el organismo no tiene la capacidad de responder de manera adecuada a un entorno cambiante. Por lo tanto, la respuesta al estrés se vuelve irregular. La consecuencia de ello es al posible desarrollo de trastornos relacionados con el mismo. Una de las claves del estudio es que la huella que el estrés puede dejar en el esperma es a largo plazo, con independencia de la edad en la que ésta se genere.

Un dato curioso que se desprende de la investigación, y que los mismos investigadores han destacado, es el hecho de que este estrés fisiológico reducido en la descendencia podría reflejar una cierta ventaja evolutiva de adaptación transmitida a los hijos e hijas para asegurar la supervivencia en lo que se espera que será un ambiente más estresante.

El estrés como riesgo de esterilidad

Podría afectar a los hijos, pero es bien conocido que el estrés es malo para el esperma en todos los sentidos. Incluso un reciente un estudio italiano del Hospital Europeo de Roma indica que la capacidad masculina de producir espermatozoides podría depender de la habilidad del hombre para manejar el estrés. Los resultados indican que los hombres con altos niveles de estrés y ansiedad (tanto pasajeros como prolongados) podrían eyacular menos esperma el cual, además, podría tener una menor concentración de espermatozoides. Asimismo, los varones con los niveles más altos de ansiedad podrían ser los más propensos a presentar espermatozoides deformados o con poca movilidad.

Investigaciones previas habían hallado que los hombres sometidos a un tratamiento de fertilidad tienen niveles de estrés más elevados que los de la media, y otros estudios han hallado también vínculos entre el estrés y la calidad del esperma. Sin embargo, nadie había estudiado hasta ahora si un aumento del estrés a corto plazo y de la ansiedad en el largo plazo tenían efectos diferentes.

Fuente 1 | ScienceDaily

Fuente 2 | Reuters

Imagen | ntr23