Tres errores comunes a la hora de perder peso
Noticias relacionadas
Al 87% de los españoles les gustaría perder peso. Eso es, al menos, lo que señalan los datos de un estudio presentados por una empresa farmacéutica. Es una cifra realmente alta y, aunque no todas, muchos de estas personas intentaran perder peso. Pero no todo sirve para adelgazar. Por ello os traemos errores comunes a la hora de perder peso que os recomendamos evitar.
1. Comer demasiado poco:
Frecuentemente las personas que quieren empezar a cuidarse y perder peso cambian drásticamente su alimentación y empiezan a comer realmente poco. En la mayoría de ocasiones el cambio es tan drástico que muchas personas apenas pueden aguantar esa alimentación unos pocos días y los que consiguen mantenerla cierto tiempo, pierden peso tan bruscamente que no procede únicamente de las reservas grasas (de hecho, la mayor cantidad del peso adelgazado en estos casos proviene de una pérdida de líquido e incluso de cierta pérdida de masa muscular)
“No se trata de comer menos, sino de comer mejor”
Este error, por tanto, puede ofrecer cierto avance a corto plazo pero va a condenarnos a fracasar a medio y largo plazo. Para evitarlo, os recomendamos que introduzcáis pequeños cambios en vuestra alimentación de forma progresiva, reduciendo los alimentos menos interesantes (bebidas azucaradas, dulces y bollería, snacks, comidas pre elaboradas…) y enfatizando el consumo de verduras y hortalizas, frutas, legumbres, carnes magras, pescados, lácteos, cereales integrales…
2. Fijarse demasiado en las calorías: ¡no todas son iguales!
Otro grave error es fijarnos únicamente en si un alimento tiene muchas o pocas calorías sin pararnos a pensar en ningún momento en el valor nutricional del mismo. Este hecho suele hacer que se opten por peores elecciones alimentarios al escoger alimentos bajos en calorías pero nutricionalmente carentes.
Un fácil ejemplo de esto puede ser cuando se opta por
3. Evitar drásticamente la ingesta de algún nutriente:
En esencia, esto es lo que han hecho la mayoría de dietas milagro en los últimos años: eliminar grupos de alimentos buscando reducir al máximo un determinado nutriente (generalmente hidratos de carbono, aunque también grasas).Y es que, si hace unas décadas las grasas eran el mismo diablo vestido de nutriente, actualmente asistimos a la demonización de los hidratos de carbono. No obstante, no ingerir ni un gramo de grasa o evitar a toda costa cualquier fuente de hidratos de carbono no son la solución a la hora de perder peso.
Las grasas son un nutriente esencial y necesario para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y debemos aportarlas (obviamente de forma controlada si pretendemos adelgazar) principalmente a través de alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos, aguacate o las grasas de los pescados. Por su lado, los hidratos de carbono son el “combustible” a la hora de hacer ejercicio y también son el único nutriente capaz de abastecer a algunos de nuestros órganos como el cerebro o los glóbulos rojos. Y aunque si bien es cierto que nuestro cuerpo puede adaptarse y vivir sin la ingesta de hidratos de carbono, esto supondría llevar una alimentación totalmente decadente, aburrida y desequilibrada (con un gran déficit de ciertas vitaminas, minerales y fibra)
Por ello, controlar especialmente la procedencia (no todas las grasas ni todos los hidratos de carbono son iguales) aunque también las cantidades, son opciones inteligentes a la hora de perder peso.
Imagen| stopalaobesidad