Tecnología

¿Por qué los tatuajes son permanentes?

16 junio, 2013 11:29

El arte del tatuaje es milenario, probablemente incluso ya se practicaba desde el neolítico. En 1991 se encontró congelada en un glaciar de los Alpes una momia de aproximadamente 5200 años de antigüedad, nombrada hombre de hielo o Ötzi, que tiene 57 tatuajes en la espalda, lo que da una idea de la antigüedad de esta práctica.

Sin embargo, el método utilizado para tatuar ha cambiado notablemente. La pistola tatuadora, formada por una aguja que introduce una pequeña cantidad de tinta en cada punzada, fue inventada inicialmente por Thomas Alva Edison. La historia de cómo el inventor de la bombilla revolucionó el mundo del tatuaje es curiosa: Edison, aunque ideó grandes inventos, siempre tuvo dificultades a la hora de predecir las necesidades de la gente y muchos de sus inventos eran prácticamente inútiles y sin sentido. La pistola tatuadora no fue inventada con ese propósito, sino que solo llevaba una aguja que perforaba el papel, de manera que permitiera escribir en relieve de manera permanente en éste. Digamos que no fue un número uno en ventas, excepto la adaptación que se hizo para poder escribir libros en braille. Sin embargo, un tatuador neoyorkino llamado Samuel O’Reilly reinventó la máquina para que pudiera depositar tinta con la aguja y sirviera para tatuar rápidamente la piel. La pistola tatuadora fue un éxito en el mundo del tatuaje y se usa actualmente con pocas adaptaciones posteriores.

El antiguo arte del tatuaje ha planteado una serie de cuestiones a los científicos. Nuestra piel se renueva constantemente, y la piel que tendremos dentro de un mes no está formada por las mismas células de piel que tenemos ahora. El hecho de que podamos introducir tinta entre la piel y que se mantenga ahí permanente era un enigma para los científicos hasta que se identificó la causa de la permanencia del tatuaje.

Cuando nos hacemos un tatuaje, introducimos tinta en la dermis, la segunda capa de piel por debajo de la epidermis. La epidermis (la capa más externa) se regenera continuamente y las células muertas de piel se desprenden continuamente, lo que significa que si el tatuaje se hiciese demasiado superficial desaparecería al sustituirse estas células.

Hay otro problema biológico relacionado con los tatuajes, que está relacionado con las defensas de nuestro cuerpo. Cuando introducimos la tinta en la dermis producimos una herida que es detectada por los glóbulos blancos. Estos glóbulos blancos se encargan de atacar absorbiendo las partículas extrañas que puedan encontrar alrededor de la herida, neutralizándolas. El tatuaje es permanente porque las moléculas de tinta que se introducen son demasiado grandes para que puedan ser recogidas por los glóbulos blancos y permanecen en su sitio.

Otro fenómeno relacionado con los tatuajes es su cambio al envejecer la piel. Con el paso de los años la forma de las capas de piel varía (es el motivo por el cual nos salen arrugas), y las moléculas de tinta se recolocan con estos cambios difuminando el tatuaje y sangrando muy ligeramente.

Ya hemos hablado de la permanencia del tatuaje, así que ahora hablemos de su eliminación. Un tatuaje se puede eliminar cortando o quemando la piel, pero la estrategia más efectiva y segura es el tratamiento con láser.

Para quitar el tatuaje, el láser se aplica sobre las moléculas de tinta para que se rompan y sean lo suficientemente pequeñas como para que puedan ser eliminadas por las defensas del cuerpo. Hasta lograrlo, son necesarias varias sesiones de laser dependiendo del tamaño del tatuaje y de su color. Por otro lado, al ser dañada la piel con el láser, se pueden producir cicatrices. Además, las moléculas que aportan color a la tinta son más resistentes al laser, así que siempre queda una ligera coloración en la piel.

Hacer permanente un tatuaje ha sido posible desde la antigüedad, sin embargo para eliminarlo hace falta la tecnología más actual, y aun así deja secuelas. Es algo en lo que pensar cuando entres a la tienda de tatuajes y selecciones tu dibujo favorito del catálogo.

Fuente | Popular Science

Imagen | 99Scuse