Un sensor que mide cuánta grasa has quemado mediante tu aliento
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Una de las primeras cosas con las que se obsesiona la gente cuando se apunta a un gimnasio suele ser perder peso, y esto suele significar obsesionarse con la pérdida de grasa. Muchas veces las máquinas del mismo gimnasio suelen ir contando calorías, que luego no suelen tener nada que ver con nuestra pérdida de peso, o de grasa específicamente. Ahora bien, ¿hasta que punto de exactitud podemos medir esa pérdida de grasa? Sin tener que comprar una de esas básculas específicas para tal fin, claro. Puede que haya llegado una prueba mucho más sencilla, e incluso que llegue a ser más barata: una prueba de aliento.
De momento aún está en fase experimental, pero puede que en unos años podamos tener en nuestra mano un práctico sensor que, simplemente con nuestro aliento (similar a lo que ocurre con las actuales pruebas de alcoholemia a pie de carretera) pueda llegar a medir cuántas calorías hemos perdido con el ejercicio. Los primeros resultados de dicho dispositivo ya han sido publicados en el Journal of Breath Research.
El sensor en esencia es bastante sencillo. Apenas pesa unos 125 g y su función básica es medir el nivel de acetona en el aliento. Este metabolito, la acetona, se genera cuando quemamos la grasa corporal, y llega a nuestro aliento desde los alvéolos pulmonares (la parte más pequeña del pulmón). Su creador, Tsuguyoshi Toyooka, de los laboratorios Ntt Docomo de Yokosuka (Japón) ha creado este dispositivo para que pueda funcionar con pilas normales y que sus datos sean enviados al móvil mediante Bluetooth en solo 10 segundos (y aquí yo veo raro el tema de las pilas, con lo bien que funcionan actualmente las baterías, llamadme loco…).
Como he comentado al principio, tan solo están en la fase experimental, pues solo ha sido probado en 17 voluntarios sanos (11 hombres y 6 mujeres) con un índice de masa corporal superior a la media de Japón. Sería conveniente probarlo en otros individuos, diferentes razas (se sabe por otros estudios que según la raza nuestro metabolismo funciona de forma diferente), y en diferentes países por las diferencias de dieta.
Una tercera parte de los voluntarios formaron parte del grupo control, con una dieta normal y su vida cotidiana sin alteraciones. Otro grupo realizó ejercicios suaves durante 30 – 60 minutos diarios, y un tercer grupo realizó ejercicios junto a una dieta limitada en calorías.
Durante dos semanas, antes de desayunar, todos los voluntarios usaron el sensor para medir sus concentraciones de acetona. En los dos primeros grupos los niveles eran constantes, pero en el tercer grupo, el que había restringido su consumo calórico, el nivel de acetona se había incrementado, lo cual indicaba la quema de grasa por parte del organismo.
Realmente en la actualidad ya se miden los niveles de acetona con otras pruebas, como la sangre y la orina, para medir la descompensación de los pacientes diabéticos (si hay exceso de acetona en sangre u orina, la cosa no va nada bien). La cosa es que nunca se había pensado en su medición mediante el aliento, a modo de alcoholímetro, y justamente para medir la pérdida de grasa.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, las pruebas de aliento pueden acabar siendo el futuro de la medicina, pues poco a poco se están haciendo un buen hueco, ya que pueden detectar hasta 200 sustancias diferentes.
Vía | El Mundo.