La siesta, ¿realmente funciona?
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Si habéis leído alguno de mis artículos sobre el sueño en MedCiencia, sabréis que soy un gran amante de la siesta, ese (gran) invento español que tan abandonado tengo últimamente, para mi desgracia. Como sabréis, hay muchos profesionales sanitarios que recomiendan esta práctica, y no solo en España, sino en otros puntos del planeta (incluso el Primer Ministro de Reino Unido, David Cameron, confesó que también hace siestas de vez en cuando). Pero, por mucho que se recomiende, ¿realmente funciona?
La realidad de nuestra época es que cada vez dormimos menos horas, y los trastornos del sueño están a la orden del día. La solución ideal sería dormir un mínimo de 6 horas, y hasta 8 si tenemos tiempo, pero hay demasiada gente que no se permite ni estas pocas horas de descanso, con las graves (y embarazosas) consecuencias que acarrea.
Así lo comenta el especialista en trastornos del sueño, el Dr. Peter Venn, del Reino Unido:
“Algunos de mis pacientes están aterrados por poder quedarse dormidos en reuniones o delante de su jefe”
“Existen evidencias de que la cantidad de sueño promedio de nuestra sociedad cada vez es menor, y si nos sentimos cansados durante el día. lo mejor que podemos hacer es mejorar nuestro patrón del sueño por la noche, intentando conseguir entre 7,5 y 8 horas de sueño, una cantidad de descanso que mejora las tasas de mortalidad”
Y aquí es donde entra la siesta, pues su uso sería una especie de “parche” para llegar a esta cantidad de sueño diario. La pregunta es, ¿funciona?
Según el Dr. Rahul Mukherjee, todo sueño reparador es buena idea, aunque sea de día. Es más, dormir durante el día puede ser la solución para aquellos que llevan una vida agitada o con trabajo hasta altas horas de la noche. Incluso recomienda horas concretas, como la media tarde (sería más o menos después de comer en España, pues ya sabéis que llevamos horarios ligeramente diferentes a los ingleses).
Por otra parte, ¿cuánto tiempo deberíamos dormir? Esto siempre parece ser una incognita, pero según un estudio de 2006, la siesta no debería durar más de 30 minutos, ya que es el tiempo ideal para mejorar el rendimiento y la capacidad de aprendizaje, sin llegar a la fase REM. Si llegamos a esta fase porque nos pasamos de la media hora, nos despertamos peor, como atontados. Seguro que más de un@ de vosotr@s ha sentido esto alguna vez. Se llama “excitación confusional”
Por otra parte, los expertos también puntualizan que la siesta solo es, como he comentado antes, un “parche”, ya que si alcanzamos la cantidad de horas necesarias por la noche no es necesario recurrir a la siesta, no la necesitamos. Es más, si dormimos más de la cuenta podemos acabar alterando nuestro ritmo circadiano, confundiendo a nuestro cerebro, el cual está acostumbrado a irse a dormir a unas horas y despertar a otras concretas.
Finalmente, el Dr. Mukherjee también advierte de que tener sueño durante el día y necesitar una siesta continuamente es un signo inequívoco de que no dormimos la cantidad de horas necesarias por la noche, cosa que puede acabar acarreando serias consecuencias a nuestro organismo (trastornos del sueño, hipertensión arterial, diabetes…).
En conclusión, ¿es bueno dormir una siesta de vez en cuando? Si, de vez en cuando, pero si la necesitamos de manera continua lo más probable es que debamos intentar solucionar el problema de base, es decir, que deberíamos plantearnos dormir más por las noches eliminando así ese sueño y cansancio diurno.
Vía | The Telegraph.