Las bebidas azucaradas o refrescos pueden alterar tu cerebro
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Como ya habréis notado, en los últimos tiempos los gobernantes se han puesto muy en contra de la “cultura del sobrepeso” que promueven sustancias como los refrescos. Primero fue Nueva York, pero ahora se han sumado Francia e Italia, e incluso hace unas semanas México. Su plan es grabar dichas sustancias con un impuesto tal como ya existe con el alcohol o el tabaco, o incluso prohibirlas como sucede con el caso de Nueva York. Ya sabemos que tienen muchas propiedades, digamos, poco beneficiosas para nuestro organismo. Pero, ¿sabemos cómo afectan a nuestro cerebro?
Ya sabíamos con anterioridad que este tipo de bebidas pueden provocar hiperactividad, entre otros perjuicios, como aumento del riesgo de ataque cardíaco, diabetes, sobrepeso, fragilidad ósea, cáncer de páncreas y próstata, debilidad y parálisis muscular. Pero ahora este estudio ha ido más allá, pues se ha descubierto que también tienen perjudican a nuestro cerebro, disminuyendo proteínas encefálicas.
Para llegar a tales conclusiones, estos investigadores de origen australiano probaron sus teorías con ratas alimentadas con agua azucarada. Como podéis imaginar, los animales se volvieron hiperactivos tras consumir este tipo de agua. Pero no solo eso, sino que tras tomar una muestra de sus tejidos cerebrales, se habían producido cambios hasta en 300 proteínas diferentes.
Como comenta Jane Franklin, investigadora de la Universidad Macquarie en Sydney:
“Se ha producido un aumento alarmante del consumo de bebidas azucaradas en las sociedades occidentales. Para muchos adultos, estas bebidas representan una proporción sustancial de su ingesta calórica diaria”
“Nuestra investigación sugiere que el consumo de este tipo de bebidas azucaradas a largo plazo, en lugar de consumir agua, pueden causar cambios de comportamiento y un profundo cambio de la química cerebral”
Y, como bien añade esta investigadora, lo más correcto que podríamos hacer si tenemos sed es consumir agua, ya que los refrescos deben disfrutarse con la moderación adecuada (volvemos a recordarlo, cualquier cosa puede ser perjudicial si nos pasamos de la raya).
Para finalizar, esta investigadora añade una frase curiosa que resume muy bien este estudio:
Vía | The Telegraph.“Creo que podemos decir que beber demasiados refrescos puede afectar la química cerebral, de la misma forma que afecta a la química de nuestra cintura”