Los alcohólicos resuelven más fácilmente los dilemas morales
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Cuando se empiezan a sentir los efectos agudos del alcohol, lo más típico es que nuestras cogniciones empiecen a fallar. Que empecemos a no pensar con claridad, sentir mareo, náuseas, visión borrosa… Más adelante llegamos hasta los síntomas motores, donde existe pérdida del equilibrio e incluso cuesta articular palabras (un proceso llamado disartria). Por tanto, el título de este artículo parece carecer de lógica, pero la tiene. Eso si, tiene lógica en las personas dependientes de alcohol o alcoholicos crónicos.
¿Conocéis la típica pregunta sobre ética? La llamo “típica” porque la suelen hacer en muchos problemas morales. Es aquella pregunta donde nos piden decidir entre matar a una persona a cambio de salvar a varias, o simplemente no matarla, y dejar que las otras personas mueran. Por ejemplo empujando a una persona a un tren para evitar que dicho tren mate a otras cinco personas.
Pues bien, resulta que los alcohólicos crónicos no tienen dificultad para decidir, no les afectan las emociones desagradables y rápidamente deciden la primera opción (matar a uno a cambio de cinco), asumiendo así una conducta desagradable a cambio de un beneficio mayor, cosa que en las personas no consumidoras de alcohol costaría mucho más de decidirse.
Al menos así lo afirma un reciente estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, a cargo de los científicos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, realizado con personas dependientes del alcohol y su relación con decisiones morales.
En total, se trabajó con 65 voluntarios, 31 de ellos dependientes del alcohol y 34 sanos, a los cuales se les practicó una serie de pruebas para evaluar hasta qué nivel les afectaba el consumo de alcohol, si sufrían síntomas de ansiedad, depresión o impulsividad y qué percepción emocional tenían.
Como resultados, ya los hemos comentado anteriormente, y es que los participantes dependientes del alcohol son propensos a asumir una conducta emocionalmente aversiva a cambio de conseguir un beneficio mayor (como en el caso del tren, donde muere una persona pero sobreviven cinco). Su dificultad para tomar una decisión moral se mostraba menor que en los participantes sanos.
Así lo comenta Martina Carmona Perera, autora principal del estudio:
“Este patrón es específico de los dilemas morales que implican mayor carga emocional, indicando el rol fundamental que juega la emoción en el proceso de toma de decisiones morales”
Por otra parte, esta percepción diferente sobre el miedo y el asco parecía facilitar las decisiones morales de estas personas dependientes del alcohol. Para Carmona Perera, este patrón de comportamiento puede ser útil para futuras terapias con individuos alcoholicos:
“El patrón utilitarista y la menor dificultad para decidir que caracterizan los juicios morales de las personas dependientes al alcohol puede ayudar a entender las violaciones morales que éstas llevan a cabo con el fin de conseguir alcohol, como por ejemplo conductas de engaño a familiares, en las que la toma de decisiones morales se decanta hacia la elección utilitarista (conseguir alcohol) a pesar de infringir un conducta emocionalmente aversiva”.
“La mejor comprensión de los juicios morales en alcoholismo es importante para promover la inclusión de terapias que tengan en cuenta el proceso de toma de decisiones morales dentro de las medidas de rehabilitación tradicionales”
Así pues, como conclusión, el alcoholismo crónico puede llegar a cambiar nuestra forma de pensar y actuar, hasta tal mundo en el que la moral de un individuo alcoholico-dependiente dista mucho de la que tendría la mayoría de la población. Por suerte, al saber esto, podemos aplicarlo en futuras terapias para ayudar a dichos individuos a salir de su situación.
Vía | EuropaPress.