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Tecnología

La pastilla para la diabetes, mas cerca que nunca

26 diciembre, 2013 20:14

La diabetes sigue siendo uno de los trastornos sufridos por mayor número de gente en todo el planeta; en la actualidad hay en torno de 350 millones de personas afectadas, superando todas las expectativas que situaban en 370 millones los afectados en 2030 (ahora se espera que sean 500 millones). Pese a lo conocido que es, aún una gran cantidad de personas muere en todo el mundo debido al exceso de azúcar en la sangre, unos 3.4 millones de personas en 2004 según la OMS, la misma organización que advierte que en los próximos veinte años esa cifra puede ser el doble. Si algo asociamos con los diabéticos es la necesidad de “pincharse”, es decir, de inyectarse la insulina que su cuerpo no puede producir que a su vez se encarga de ordenar el metabolismo de glucosa.

El difícil camino hasta la pastilla de insulina

Durante mucho tiempo se ha investigado la posibilidad de sustituir esas inyecciones de la hormona por otros métodos menos molestos, pero las pesquisas apenas han conseguido resultados. Ahora un grupo de investigación del Instituto Nacional de Educación Farmacéutica en India asegura que ha dado con la clave para poder tomar insulina en pastillas, y no en inyecciones. En realidad, este estudio es consecuencia directa de uno anterior publicado en el 2012 en el que ya consiguieron crear pastillas adecuadas, pero tenían el gran problema de un coste demasiado elevado.

El camino hasta entonces fue duro y complicado. Y es que no bastaba con encapsular la insulina en una pastilla y entregarla a los pacientes, por las propias características del principio. Al ser una proteína, la insulina se destruye en cuanto toca las encimas del estómago; no solo eso, sino que en el improbable caso de que pudiese sobrevivir se trata de una molécula demasiado grande como para pasar al flujo sanguíneo.

Protección de grasa y vitamina B9 como llave

lipido

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Ahora el mismo grupo publica una nueva solución al problema de la insulina vía oral, y lo mejor de todo es que es barata. La clave está en empaquetar la insulina en pequeños cúmulos de lípidos que se encargan de proteger la proteína hasta que llega al intestino delgado. Además, para favorecer la absorción y el traspaso al flujo sanguíneo se une a ácido fólico, también conocido como vitamina B9; este ácido se une a las células del intestino y activa un mecanismo para dejar pasar moléculas grandes a la sangre.

Diferente a las inyecciones, pero no peor

Los ensayos en animales han supuesto buenas noticias para el proyecto, ya que su eficiencia ha resultado ser tan buena como la de la insulina inyectada, pese a que la cantidad que finalmente llega a la sangre varía. A cambio, el efecto dura mucho mas; mientras que el efecto de una inyección dura entre 6 y 8 horas, las pastillas duran mas de 18 horas.

Ahora toca otra parte muy difícil en cualquier proyecto, probar la fórmula con seres humanos, un paso vital porque los éxitos con una especie no siempre pasan a la otra, pero eso, como avisan los propios responsables del estudio, dependerá de si consiguen el dinero necesario para continuar la investigación.

Fuente | The Conversation