Plantas del Cretácico capturadas en plena reproducción
Desde que Jurassic Park nos enseñó que el ámbar podía servir para conservar fósiles prehistóricos, este compuesto derivado de la resina de los árboles es bien conocido entre la sociedad. Y no es para menos, porque gracias a su presencia se han podido conservar restos que de otra manera se hubieran perdido en el tiempo. Por ejemplo, el momento en el que una planta tuvo sexo.
Sexo cretácico
Así lo ha revelado un estudio de la Universidad de Oregon, que ha estudiado unos ejemplares de Micropetasos burmensis, una diminuta planta cuyas flores no pasan del milímetro de ancho. Por si solo el descubrimiento de estos ejemplares es digno de mención, ya que se trata de una nueva especie extinta recién descubierta; además, algunas de sus características son únicas, como la gran cantidad de flores (hasta 18 se han visto) que nacen de un solo tallo.
Pero lo realmente destacable es que, en el momento de ser engullida por la resina, una de las flores estaba germinando. En particular, se ha reconocido el tubo polínico introducido en el estigma, la zona donde se realiza la fecundación de la flor, creando, llegado el momento, descendencia. Aunque ya se habían descubierto con anterioridad tubos polínicos, hasta ahora no se había pillado “in fraganti” la escena en sí.
Fuente | National Geographic