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Comer del suelo, mas sano de lo que crees

13 enero, 2014 12:17

Desde pequeños se nos ha inculcado que el suelo está sucio, y que si se nos cae la comida no debemos llevárnosla a la boca. Esta y otras costumbres se han arraigado en nuestra sociedad por el miedo a los “gérmenes y las bacterias”, e incluso se ha montado toda una industria química alrededor del objetivo de eliminarlos de nuestras vidas. El tiempo y las investigaciones científicas nos han ido desvelando que, aunque es bueno vivir en un entorno limpio, nuestro cuerpo también necesita algo de esta “suciedad” en forma de organismos extraños.

Regla de los tres segundos, ¿obligatoria o una estupidez?

Sin embargo, aún no está claro hasta qué punto podemos hacer algo como comer en el suelo. Nuestros instintos higiénicos nos dicen que no deberíamos hacerlo, pero dependiendo del lugar del mundo y de su cultura esto varía. Hay lugares en los que el suelo es el único sitio donde comer, mientras que hay otros que incluso han desarrollado una regla, la de los tres segundos, que dice que estamos a salvo si lo que nos queremos comer solo ha tocado el suelo durante ese tiempo.

Escribiendo su último libro, el biólogo y escritor Rob Dunn se encontró con pruebas para ambos tipos de comportamiento. Sí, comer del suelo no solo no es especialmente peligroso en muchos  casos, sino que incluso puede ser beneficioso según han demostrado varios estudios. Por otra parte, ese comportamiento también abre la puerta a patógenos que pueden empeorar nuestra salud muy rápidamente. Incluso hay casos en lo que ambas sentencias son ciertas.

Parásitos que podrían estar ayudándonos

gusano-intestino

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Por ejemplo, el caso de gusanos intestinales es muy curioso. Su presencia en nuestro sistema digestivo claramente es maligna, ya que absorben nutrientes que de otra forma irían destinados a nosotros, todo ello sin contar el daño que hacen al anclarse a las paredes de nuestros intestinos. Sin embargo, los estudios revelan que los pacientes a los que se les quitó los gusanos eran mas propensos a sufrir enfermedades autoinmunes. Qué papel tienen estos seres en el sistema inmune de sus víctimas, es algo sin aclarar, pero todo indica que hay alguna relación.

Hospitales limpios, pero mas peligrosos

Pero eso no significa que no tengamos que limpiar, ¿verdad? Por ejemplo, todo el mundo sabe que una habitación de hospital debe estar limpia y con la ventilación correcta para evitar la formación excesiva de bacterias que podrían atacar a los pacientes que en su estancia en el hospital se encuentran débiles y propensos a caer en mas enfermedades. Y los estudios confirman que mantener las habitaciones como un sistema cerrado, seco y caliente ayuda a reducir la diversidad de bacterias presentes. En cuanto se abren las ventanas, no solo entra aire que puede ser húmedo (favoreciendo la formación de bacterias), sino que también entra una gran variedad de microbios potencialmente peligrosos.

cama-hospital

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Pero, curiosamente, puede que abrir las ventanas no sea algo tan malo. En particular, cuanta mayor diversidad de bacterias en el ambiente, mejor es para los pacientes. Y es que se descubrió que las habitaciones con mayor diversidad de bacterias tenían un menor número de bacterias asociadas con patógenos humanos. Es decir, que abrir las ventanas provocaba que entrasen mas tipos de bacterias, pero al mismo tiempo las del tipo que realmente era peligroso veían su número reducido. La conclusión, consistente con estudios en otros entornos, sería que un aumento de bacterias “buenas” reduce el número de bacterias “malas”, algo que se podría extrapolar fácilmente a nuestra casa.

Por tanto, no queda claro que comer en el suelo sea algo malo per se, sino que depende mucho de las circunstancias. Por supuesto, no es algo que desde Omicrono recomendemos hacer, aunque si que parece seguro que hay mucho mas que descubrir sobre cómo las bacterias y otros seres vivos que nos rodean constantemente reaccionan con nuestro cuerpo.

Fuente | Scientific American