30 años del IBM PC Junior, uno de los mayores fiascos de la historia de la informática
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El viernes pasado celebrábamos el 30º aniversario del lanzamiento del Macintosh original, pero no es la única efeméride que se celebra estos días. También es el aniversario del lanzamiento del IBM PC Junior, pero su celebración se realiza por razones muy diferentes. Mientras que el Macintosh fue el inicio de una gran compañía del sector y representaba todo lo bueno de la industria, el PC Junior representó lo peor, y fue considerado uno de los mayores fiascos de la historia de la informática.
El modelo que iba a llevar los ordenadores a las familias
Lo cual fue especialmente llamativo teniendo en cuenta que provenía de la compañía de moda en aquel momento. Corrían los años 80 e IBM era sinónimo de ordenador personal gracias al IBM PC y a su dominio absoluto en el mercado de las computadoras centrales, enormes máquinas que necesitaban habitaciones dedicadas en exclusiva pero que eran de gran ayuda a las compañías en el manejo de datos. Pero la miniaturización de los componentes era inevitable, y eso abría un nuevo camino en forma de ordenadores personales mas pequeños y baratos.
El PC Junior era una versión del IBM PC orientada al uso familiar, con el que compartía muchas de sus piezas como la CPU y la BIOS, pero añadía otros elementos mas acordes con un uso en casa, como la posibilidad de mandar las señales de audio y vídeo a un televisor. De esta manera, el PC Junior era la personificación de la eterna promesa de que todo el mundo tendría un ordenador en casa, una visión futurista que parecía hacerse realidad. Ni que decir tiene que la expectación antes de su lanzamiento fue enorme, con las publicaciones del momento lanzando rumores y filtraciones del producto como no se había hecho antes.
Despropósitos continuos que lo condenaron
Pero como suele pasar cuando las expectativas están demasiado altas, el PC Junior no pudo cumplirlas cuando acabó siendo lanzado en 1984. En vez de juntar lo mejor de ambos mundos, el empresarial y el familiar, juntaba lo peor; era demasiado caro para una familia común, pero al mismo tiempo ese precio (el doble que un Commodore 64, por ejemplo) no quedaba justificado teniendo en cuenta que su rendimiento era inferior al de otros productos por culpa de un procesador con tres años de antigüedad.
Le acompañaba un teclado de goma horrible que perdía 20 teclas respecto al del IBM PC, pero mas importante aún perdía la excelente sensación al teclear. Además, el PC Junior no era 100% “PC Compatible” y muchos programas no funcionaban, algo imperdonable teniendo en cuenta que hablamos de la compañía que acuñó el término. El resultado es que no lo compró nadie, ni las familias que perdieron el interés al ver el precio ni los profesionales que pedían algo mas a sus máquinas.
A día de hoy el IBM PC Junior sigue siendo uno de los mayores batacazos de la historia, con apenas 270,000 unidades vendidas y una buena cantidad que no salieron de los almacenes. Una muestra de que lo mas importante a la hora de vender un producto, es saber a quién se lo quieres vender primero.