Al ser humano le obsesiona la idea de que tenga los días contados: es normal que en nuestra naturaleza, además de una cantidad inmensa de preguntas sin respuesta, nos planteemos el día en el que nuestras funciones vitales dejen de cumplir su función y de darnos la vida.

El caso es que el hombre siempre ha tratado de poner una fecha a ese momento, dejando a un lado los anuncios que nos prometen averiguarla. Sin embargo el día en el que podamos saber si moriremos en un futuro cercano puede estar cerca con el descubrimiento que han realizado unos científicos.

Esto ha sido posible con el descubrimiento que se ha hecho al monitorizar más de 100 biomarcadores (los biomarcadores son sustancias que se utilizan como indicadores de un estado biológico) presentes en la sangre en una muestra de 17.000 análisis de sangre monitorizada durante cinco años. Durante este tiempo, 684 pacientes murieron, y se comprobó que cuatro de esos biomarcadores analizados estaban en proporciones muy similares en todos. Y es más, uno de cada cinco pacientes con las puntuaciones en biomarcadores más altas terminó falleciendo durante el primer año del estudio.

Biomarcadores para predecir la mortalidad de una persona

El experimento ha sido realizado entre científicos estonios y finlandeses: los primeros utilizaron 9.842 muestras, y eran tan escépticos con los resultados que pidieron a los finlandeses que repitieran el experimento con 7.503 pacientes más. Los finlandeses llegaron a las mismas conclusiones que los estonios: esos biomarcadores verdaderamente podían determinar el riesgo de morir del paciente.

Si esta práctica empieza a extenderse, podría traducirse en que los profesionales médicos utilizarían los análisis de sangre para fijarse en determinados biomarcadores y predecir el riesgo de sufrir una determinada enfermedad aunque el paciente este sano en el momento del análisis, algo que posibilitaría empezar con el tratamiento antes de que la enfermedad se pudiera empezar a desarrollar o se desarrollara más allá de un punto de no retorno.

Fuente | Telegraph