El grafeno es el material en boca de todo el mundo gracias a sus peculiares propiedades y su uso en la industria tecnológica, y por eso se están desarrollando todo tipo de estudios a su alrededor. Uno de la Universidad de Standford ha conseguido algo muy curioso y llamativo, y lo mejor es que ha sido casi por accidente: transformar el grafeno en diamantes, algo muy apropiado teniendo en cuenta que puede decirse que el grafeno es “el nuevo diamante” por la demanda que hay.

Materiales de moda relacionados entre sí

El grafeno y el diamante están compuestos por el mismo elemento: el carbono. En el caso del grafeno se trata de una capa plana de átomos de carbono unidos entre sí, puestas una encima de la otra como si fueran sábanas; los investigadores experimentaron hidrogenando (tratando con hidrógeno) estas capas, con el objetivo de comprobar si el tratamiento del grafeno mejoraba sus propiedades como material para transistores. Sin embargo el resultado no fue ese, sino que la presencia de los átomos de hidrógeno provocó que las capas de grafeno se plegasen entre sí y con el sustrato de platino que estaba debajo.

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El resultado fue una pieza de platino con una fina capa de diamante en el exterior; sin embargo este diamante no se parece mucho al que vemos en joyería, ya que no ha pasado por el tratamiento de millones de años a temperaturas y presiones extremas que reciben los diamantes naturales. Esto no significa que este descubrimiento accidental no tenga su utilidad, y de hecho el siguiente paso para los investigadores será probar sus posibilidades, como la de crear moldes de diamante.

Fuente | Geek.com