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Tecnología

Rusia dispuesta a abandonar la Estación Espacial Internacional por la crisis de Ucrania

14 mayo, 2014 09:43

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La crisis de Ucrania no solo está caldeando el ambiente internacional sino que ya está empezando a tener consecuencias para la comunidad científica. En respuesta a una nueva ronda de sanciones, Rusia ha anunciado que el futuro de la Estación Espacial Internacional (ISS) está en serias dudas, además de bloquear el uso de sus cohetes para lanzar satélites militares y ordenar el cierre de 11 estaciones de GPS estadounidense en tierras rusas.

En la actualidad EEUU depende completamente de Rusia para sus misiones espaciales a la ISS, ya que jubiló su propio programa de transbordadores espaciales sin un sucesor. Esto ya ha supuesto mas de un encontronazo entre autoridades de ambos países, además de un dolor de cabeza continuo a la administración Obama por la gran cantidad de críticos que piden la vuelta de EEUU como potencia espacial. Pero estos dolores no serán nada comparados con los que tendrá el país si finalmente su propuesta de ampliar el uso de la ISS es rechazada.

¿Será el 2020 el final de la ISS?

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EEUU quiere seguir usando la ISS hasta al menos 2024, básicamente porque no tiene nada con lo que sustituirla, pero esta decisión no solo depende de ella. El vice-primer ministro ruso Dmitry Rogozin ha asegurado que Rusia no tiene intención de seguir en el proyecto mas allá de 2020, en cuyo momento los viajes a la estación terminarían si EEUU no es capaz de encontrar a alguien con la capacidad de hacerlos.

“Estamos muy preocupados sobre continuar desarrollando proyectos de alta tecnología con un aliado tan poco fiable como los Estados Unidos, que politiza todo”. Dmitry Rogozin

La cuestión es si Rusia realmente piensa abandonar el proyecto o si estamos ante una amenaza vacía para que EEUU retire las suyas. Estamos en una situación que recuerda a la de la Guerra Fría, con dos grandes potencias que no parecen capaces de ponerse de acuerdo, y lo peor es que proyectos científicos muy importantes están sufriendo las consecuencias.

Fuente | The Guardian