Venus sufre explosiones espaciales más grandes que el propio planeta (y podrían tragárselo)
Últimamente os estamos trayendo imágenes verdaderamente espectaculares de nuestro Sistema Solar, y del Universo en general. No solo hemos podido observar la llamarada solar más grande jamás conocida, sino que también tenemos la imagen del Universo más colorida de toda la historia. Sin embargo, a una distancia un poco más corta, también suceden cosas espectaculares. En el caso de hoy os hablaremos de Venus, un pequeño planeta relativamente cercano, pero que perfectamente concordaría con el dicho de “pequeño, pero matón” gracias a sus gigantescas explosiones.
Las explosiones del “pequeño” Venus
El fenómeno que ocurre en Venus se denomina “anomalía de flujo de calor“. Ya sabíamos que ocurría en la Tierra, pero nuestra magnetosfera, esa burbuja magnética que protege nuestro planeta contra las radiaciones solares y otros fenómenos, también nos protege de estas explosiones. Ahora investigadores de la NASA han descubierto que exactamente el mismo fenómeno ocurre en Venus, pero con alguna que otra diferencia: Las explosiones de Venus son más grandes que planetas enteros, y pueden darse varias veces al día.
Y no olvidemos que Venus no tiene el mismo campo magnético que nosotros, lo cual implica que las explosiones de flujo de calor suceden justo encima de su superficie y podrían tragarse el planeta entero, como bien explica el científico espacial Glyn Collinson, del Centro de Vuelo Espacial Goddar de la NASA.
“No sólo son gigantesca, sino que como Venus no tiene un campo magnético para protegerse a sí mismo, estas anomalías de flujo caliente suceden justo encima del planeta. Podrían tragarse el planeta entero “.
Actualmente los científicos espaciales se preguntan por qué estos dos planetas, Venus y la Tierra, han evolucionado de forma tan diferente (ya que uno posee un campo magnético y el otro no). Lo único que sabemos es que Venus se protege del viento solar mediante una capa externa de su atmósfera llamada ionosfera, y que existe un equilibrio entre la presión de esta ionosfera y el viento solar, aunque es un equilibrio fácilmente perturbable por estas explosiones de flujo de calor, lo cual quiere decir que la probabilidad de que alguna de esas explosiones acabe consumiendo el planeta es bastante elevada.
Vía | io9.