Por fin una manera de detectar la diabetes tipo 1 de manera rápida y barata: chips reutilizables
La cantidad de niños afectados por la diabetes tipo 1 en todo el mundo sigue aumentando cada año, y lo peor es que los costes y el tiempo necesario para su diagnóstico y tratamiento no bajan o lo hacen demasiado despacio; de ahí que los padres mas ingeniosos busquen por su cuenta soluciones para sus hijos. Afortunadamente se acaba de dar otro paso importante en esta dirección, y en este caso proviene de la Universidad de Standford donde unos científicos han conseguido desarrollar chips capaces de diagnosticar la diabetes tipo 1 con un coste de producción de apenas 20 dólares.
Gran avance en la lucha contra la diabetes tipo 1
El diagnóstico rápido es absolutamente vital en el tratamiento de la diabetes tipo 1, pero en la actualidad requiere de varios días y mucho dinero. Los chips desarrollados por el equipo de Standford en cambio solo necesitan una pequeña dosis de sangre del paciente y unos minutos para el diagnóstico; para conseguirlo, la base del chip está cubierta de nanopartículas de oro que provocan que materiales fluorescentes se activen cuando entran en contacto con ciertos anticuerpos que solo están presentes en los pacientes de tipo 1, y que son los que atacan a las células del pancreas productoras de insulina. Los chips son capaces de distinguir entre diabetes tipo 1 y 2, algo hasta ahora muy difícil porque aunque provocan síntomas similares en la sangre en realidad sus causas y su tratamiento son diferentes (de ahí la necesidad de confirmarlo con largos análisis).
Los investigadores esperan que con estos chips no solo se pueda diagnosticar antes los casos de diabetes tipo 1 cada vez mas comunes, sino también comprender mejor el porqué de su aumento y de cómo el tratamiento impacta al cuerpo del paciente. Con un coste de 20 dólares, ya se trataría de una buena inversión, pero además hay que añadir que es posible reutilizarlos hasta 15 veces bajando de la misma manera los costes. Sus creadores ya están trabajando para que llegue a todo el mundo, especialmente en aquellas zonas que no pueden permitirse las pruebas mas costosas.
Fuente | Universidad de Stanford