Jibo, el primer robot que quiere formar parte de nuestra familia
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Cada vez que en Omicrono hablamos de robots, lo hacemos con una utilidad en mente, ya sea la construcción, el rescate de víctimas, o incluso para usos militares; parece que no pueden existir robots que no tengan una función muy definida, sino que simplemente estén ahí, formando parte de la familia. La idea parece salida de unos dibujos animados, pero en el caso que veremos hoy es muy real. Se trata de Jibo, un pequeño y adorable robot que aspira a ser uno mas en la casa.
La idea proviene de la profesora del MIT Cynthia Breazeal, referente en el campo de la robótica social, es decir, que los robots formen parte de nuestras vidas mas allá de las funciones que puedan ejecutar; en otras palabras, la idea es que sean compañeros, no herramientas. Por eso define Jibo como un “robot familiar”, que puede tanto leer un libro a nuestros hijos como tomar fotos, pero sobre todo reacciona ante nosotros; por eso su “cara” es una pantalla en la que normalmente mostrará una especie de ojo pero que irá cambiando según le hablemos y realice tareas.
Un robot para el hogar
Jibo puede servirnos como asistente personal, ya que nos irá recordando las tareas y eventos importantes que tengamos pendientes. También sirve para mandar mensajes entre los miembros de un hogar; solo tenemos que decirle el mensaje y a quién se lo queremos mandar y Jibo reconocerá nuestra cara y el nombre de la persona, y entregará el mensaje. En algunas ocasiones es capaz incluso de tomar decisiones aunque no le digamos nada directamente; por ejemplo, con su cámara integrada puede saber cuando alguien está posando para una foto, además de usar el reconocimiento facial para seguirnos por toda la casa y hacer llamadas de vídeo. En su interior cuenta con un procesador ARM de gama alta y un sistema Linux para procesar toda la información.
Jibo no es tan infantil como para ser considerado un juguete, pero seguramente los mas jóvenes se divertirán con él gracias a los efectos sonoros y de vídeo incluidos; seguro que los adultos también le encuentran utilidad o simplemente les apetece tenerlo alrededor. Ayuda mucho que su aspecto no sea realista; en cierto modo recuerda a Wall-E. Jibo busca 100.000 dólares para su financiación a través de crowdfunding, aunque no dependerá de ella para su fabricación ya que también tiene a varios inversores metidos en el proyecto. Para conseguir uno tendremos que pagar 499 dólares, aunque solo se venderán 100 unidades a este precio. El lanzamiento para estas unidades está previsto para Navidades de 2015, mientras que el lanzamiento mundial se producirá en el 2016.