La NASA admite que un propulsor "imposible" de microondas sí funciona ¿Revolución de las leyes de la física?
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Cuando el científico británico Roger Shawyer presentó hace años el EMDrive, su método de propulsión de naves espaciales usando microondas, nadie se lo tomó en serio. La idea de una propulsión que no necesite de combustible sino que baste con usar la energía eléctrica almacenada es una que la NASA lleva años e incluso décadas ponderando, pero hasta ahora no se había demostrado que realmente fuese posible; sin embargo es comprensible haya tanto interés en conseguirlo, ya que la posibilidad de hacer largos viajes espaciales sin el peligro y el espacio que ocupan los combustibles es demasiado buena como para abandonarla. Pese a todo, el mundo, y específicamente el resto de la comunidad científica, no creía que la idea de Shawyer fuese la solución. Hasta ahora.
Mas allá de la teoría
El EmDrive funciona partiendo de energía eléctrica, que convierte a microondas que rebotan en un espacio cerrado, y acaban produciendo empuje. El problema de Shawyer es que necesitaba que alguien mas aparte de él mismo probase la teoría detrás del EMDrive, pero nadie se molestó en hacerlo; el método científico implica que no pueden valer solo los resultados salidos de una fuente, sino que tienen que ser probados por terceros. Curiosamente, la respuesta a sus plegarias llegó de China, donde un equipo ha fabricado su propio propulsor EMDrive y ha confirmado que produjo unos 720 milinewtons de empuje (unos 72 gramos). No suena a mucho, pero es suficiente para el propulsor de un satélite, por ejemplo, y para hacerlo funcionar bastaría usar energía solar.
Después de este experimento con éxito, fue un científico estadounidense, Guido Fetta, el que construyó su propia versión y convenció a la NASA para que realizase pruebas. Ahora la organización estadounidense ha declarado que en efecto el dispositivo produce fuerza de empuje. Sin embargo, se nota que siguen sin estar plenamente convencidos ya que definen este empuje como “anómalo” ya que no queda claro realmente porqué funciona. El estudio especula que las microondas podrían estar interactuando con el plasma virtual presente en el vacío cuántico, pequeñas partículas y anti-partículas que están formándose y desapareciendo constantemente a nivel cuántico, pero es solo una especulación.
Por lo tanto, ahora toca la parte mas difícil para el EMDrive, averiguar realmente porqué funciona ya que según las leyes de conservación del momento debería ser imposible. Si se consiguiese, no solo se podrían fabricar satélites y naves espaciales mucho mas baratas, sino que estaríamos mas cerca de comprender las leyes que rigen el Universo.
Fuente | Wired | NASA (pdf)