Empieza la creación de los primeros implantes de memoria para humanos
Sabíamos que DARPA, la agencia militar de los EEUU dedicada al desarrollo y a la investigación, estaba muy interesada en el uso de implantes en el cerebro que ayudasen a los soldados a recuperar la memoria, aunque como suele pasar con las tecnologías desarrolladas por esta rama tarde o temprano veríamos versiones para uso civil. El desarrollo ha cogido velocidad, y sorprendentemente en apenas unos meses se ha anunciado que el diseño y fabricación de los primeros implantes ya ha comenzado. Aunque eso no quita que aún queden años para su uso médico.
Actualizando nuestra memoria como un ordenador
El cerebro sigue siendo la parte mas misteriosa de nuestro cuerpo, y por eso cada proyecto relacionado con su funcionamiento tiene que pasar por duras y largas pruebas; según Michael Kahana de la Universidad de Pensilvania, DARPA quiere “intentar hacer veinte años de investigación en cuatro”, para que nos hagamos una idea de la magnitud de lo que se pretende conseguir. Él es solo uno de los investigadores a los que se les ha sido confiada semejante misión, que ante todo busca comprender mejor la neurociencia de la memoria, antes de construir un implante que pueda ocupar el lugar de neuronas desaparecidas o que no funcionan.
La investigación del equipo de Kahana contará con la ayuda de voluntarios pacientes de epilepsia que ya tienen electrodos implementados en sus cerebros; gracias a esto podrán analizar la manera en la que los recuerdos se forman y se recuperan. “La memoria es como un motor de búsqueda. Al codificar el recuerdo cada evento es etiquetado. Cuando se recupera, tienes que usar esas etiquetas de manera eficaz”. Kahana usa términos computacionales para explicar cómo funciona la memoria, y tal vez esa sea la clave para crear implantes, aunque el “lenguaje” biológico usado por nuestro cerebro sea distinto al electrónico.
Pese a que el proyecto es ambicioso, se espera que en cuatro años ya sea posible probar una versión temprana del dispositivo en pacientes con trauma cerebral; de conseguirse sería un “avance extraordinario” para el campo de la neurociencia.
Fuente | IEEE Spectrum