¿Por qué mienten los niños y cómo podemos evitarlo?
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Sobre todo cuando eramos más pequeños, todos hemos mentido alguna vez, ¿motivos? Por vergüenza, por defensa propia… entre otros. Una de las formas más factibles de que los niños no nos mientan es proporcionándoles confianza, dando ejemplo y sobre todo dialogando con ellos y explicándoles la diferencia entre la verdad y la mentira. La mayoría de los niños mienten alguna vez y esto forma parte del proceso normal de desarrollo del niño.
¿Por qué mienten?
1. Son fantasiosos: Los niños más pequeños no son conscientes de la mentira como tal, sino que forma parte de su mundo fantasioso y de su creatividad.
2. Las mentiras como juego: Forman parte de su juego, y no tenemos que enfadarnos ni verlo como algo malo o negativo, sobre todo si no se adquiere la mentira como normal y sí como algo puntual dentro del juego.
3. No quieren defraudarnos: Los niños ven a sus padres como seres superiores a los cuales no se les puede fallar, este es uno de los principales motivos de las mentiras infantiles.
4. La utilizan como válvula de escape: Muchas veces es preferible para los niños utilizar la mentira antes que recibir un castigo.
5. Llamar la atención: En alguna ocasión los niños mienten cuando se sienten desatendidos, y falsean con posibles problemas o dolores.
6. Imitación: Si los niños ven que a un adulto la mentira le da resultado y obtiene algo a cambio la utilizará él también.
7. Proteger a alguien: Muchos niños mienten para proteger a un hermano, amigo, mascota…
¿Qué pueden hacer los padres?
1. Dar ejemplo: No mentirles, ni esconderles nada, ni utilizar la mentira con otros miembros de la familia. Tampoco es bueno dar falsas promesas a los niños. Ante preguntas comprometidas es mejor decirles que no lo sabemos antes que mentir.
2. Refuerza su autoestima: Ayúdale a ganar autoconfianza, muchos niños mienten porque se sienten inseguros o inferiores.
3. No reírnos: Por mucha gracia que nos haga una mentira de nuestro hijo/a, nunca debemos reírnos de ella, sino no hacemos más que reforzar la conducta.
4. Dialoga mucho con ellos: Explicarles la diferencia entre la verdad y la mentira es un buen método para que los pequeños dejen de mentir. En la mayoría de casos, sobre todo en niños menores a 5 años, aún no tienen claros ambos conceptos.
5. Descubrir la causa: Si castigamos solo por el hecho de mentir y desconocemos la causa que está provocando la mentira, no le estamos ayudando. Si las mentiras son constantes es mejor buscar cual es el motivo que las está causando.
6. Fomentar la confianza en el hogar: Si el niño crece en un ambiente en el que se respira confianza y donde no se miente el niño se sentirá cómodo. De esta forma no optará nunca por la mentira. Si el niño sabe que cada vez que cuente algo se le reñirá o castigará ya no contará nada y preferirá mentir.
7. Cuidado con lo que verbalizamos: “Me has mentido, ya no puedo confiar en ti“; “He perdido ya toda la confianza en ti” y otras verbalizaciones que solo agravan el problema y nos alejan de nuestros hijos, no por una mentira se pierde la confianza, hay que tener mucho cuidado con lo que le decimos a los niños porque ellos lo interpretan todo de forma literal.
8. Respetar la intimidad: Sobretodo en niños más mayores, si no nos quieren contar algo no hay que forzarles, hay niños más reservados que otros y necesitan más intimidad.
9. Fomentar la comunicación: Si a la hora de comer está la tele puesta no habrá comunicación, el niño no querrá contarnos nada de su día porque los dibujos animados le resultarán más atractivos.
10. Hacerles participes en pequeñas decisiones: “Queremos cambiar el coche, qué color te gustaría“, si el niño se siente también parte de las decisiones familiares, le será más fácil hablar sinceramente con los padres cuando tenga un problema y no sepa resolverlo.
11. Tranquilidad: Si ante todo respondemos con nerviosismo y gritos el niño no se sentirá seguro a la hora de comunicarnos como se siente o las cosas que le pasan. Los gritos asustan.
12. No obligarles a mentir: “Si llama la abuela dile que no estoy“, “Cuando subamos al bus tienes que decir que tienes 4 años” y una infinidad de pequeñas mentiras que a menudo utilizamos delante de los niños y de las cuales no somos del todo conscientes, creemos que los niños no aprenderán de dicha conducta, y nos equivocamos 100%.
13. Escala de valores similares entre padre y madre: Si el padre miente y la madre no, o viceversa, no hacemos más que confundir al niño, procura que la persona con la que compartas la educación de tus hijos tenga la misma escala de valores y así resultará más fácil.
Los niños tienen que crecen sabiendo que la sinceridad , la honestidad y la confianza son más importantes que el éxito a toda costa. RECUERDA, de padres honestos salen hijos honestos.