Uno de cada cinco casos de esquizofrenia podría deberse a un parásito
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La hipótesis que se baraja, aunque con mucho escepticismo todavía es que algunos casos de Esquizofrenia podrían estar asociados con el parásito de la toxoplasma Gondii.
¿Qué es el toxoplasma Gondii?
Es una especie de protozoo parasito que causa la enfermedad de la Toxoplasmosis. La enfermedad en si es leve pero puede ser fatal para gatos, fetos humanos y personas vulnerables (por ejemplo personas inmunodeprimidas). El gato es su huésped por excelencia, aunque los humanos y otros mamíferos homeotermos (que mantienen su temperatura corporal dentro de unos límites) también pueden hospedarlo.
Los gatos son sus huéspedes primarios porque la fase sexual del parásito solo ocurre en gatos y animales de esta familia. En cambio la fase asexual puede ocurrir en cualquier animal de sangre caliente. El gato ingiere el parásito a través de la carne de roedores (uno de los efectos del parásito es que hace que el roedor cambie su comportamiento y se sienta atraído por los gatos, en lugar de asustado), al alimentarse de ellos el gato ingiere en los roedores el parásito ya que este ha formado quistes en los tejidos (cerebro y músculos) y estos son ingeridos por el gato.
Los quistes son difíciles de erradicar y el parásito se propaga hasta que la célula se rompe, aquí es cuando empieza la reproducción no sexual del parásito, que si es detectada por el sistema inmune del huésped, que puede combatirla si no infecta nuevas células en otras áreas.
Los quistes sobreviven el paso por el estómago del gato e infectan las células epiteliales del intestino delgado, donde se reproducen sexualmente formando ooquistes que serán expulsados en las heces. Los humanos ingeriríamos estos ooquistes al no lavarnos las manos o al comer vegetales no lavados que han estado en contacto con ellas. Los quistes tisulares serían ingeridos al comer carne que no ha sido cocinada adecuadamente o cruda.
En Estados Unidos hasta un quinto de la población está afectada por este parásito, aunque la mayoría desconocen tal hecho. Para otros países desarrollados la tasa aumenta hasta alcanzar un tercio de la población del total infectada por este parásito.
El parásito puede encontrarse en el cerebro y en los músculos y algunos estudios postulan que ciertas drogas antipsicóticas pueden frenar su reproducción. Esta infección se asocia a alteraciones de la conducta en humanos, como por ejemplo aumento de las conductas de riesgo (por ejemplo, lentitud al reaccionar) y ciertas alteraciones emocionales que parecen aumentar el riesgo de suicidio. De hecho, estudios han encontrado diferencias en medidas llevadas a cabo por cuestionarios de personalidad entre personas infectadas y no infectadas por Toxoplasmosis.
Se postula que muchos de los efectos de la enfermedad sean formas de auto-perpetuación y propagación de la infección. Recomiendo leer un artículo muy interesante al respecto, aunque en inglés.
Los síntomas en etapa aguda pueden ser inexistentes aunque a veces aparecen síntomas gripales. La infección latente también es asintomática (excepto en personas inmunodeprimidas). En embarazadas puede causar la muerte del feto (primer trimestre), malformaciones (si la infección se da en el segundo trimestre) o alteraciones del sistema nervioso central, calcificaciones, neumonitis, etc… (En el tercer trimestre del embarazo).
El estudio
El estudio, publicado en la revista Preventive Veterinary Medicine, utilizó métodos de modelado epidemiológico para determinar cuántos casos de esquizofrenia podrían ser atribuidos a este parásito.
El estudio se basó en la medida del PAF (fracción atribuible a la población). Esta medida sirve para determinar como de importante es un factor de riesgo. Para este caso concreto esta medida determinaría la fracción de casos de diagnóstico de esquizofrenia que no se producirían si no existiera el parásito. Es decir, cuántos casos prevendría el tratamiento de este parásito. Los resultados mostraron que se podrían prevenir hasta una quinta parte de los casos.
El doctor Gary Smith, profesor de la escuela de medicina veterinaria de la Universidad de Pennsylvannia y parte del equipo de investigación del estudio afirmó que en otros países la prevalencia de este parásito es incluso mayor y coincide que en esos países las tasas de incidencia para esquizofrenia también lo son.
Lo importante de este estudio es que al considerar que puede haber una importante incidencia y proponerlo como un factor de riesgo ello puede impulsar para llevar a cabo más estudios y destinar más fondos a la investigación sobre el tema. De hecho, a pesar del escepticismo, hay más de 40 estudios que estudiaron y encontraron datos a favor de esta hipótesis.
Según los estudios llevados a cabo hasta ahora, los pacientes esquizofrénicos con toxoplasmosis serían más propensos a presentar mayores tasas de síntomas positivos del trastorno (delirios y alucinaciones) y presentarían también diferencias en la anatomía cerebral.
Es cierto que este estudio por sí solo no ofrece respuestas pero si nos da motivos para seguir indagando en el tema.
Fuente: The Journal of Experimental Biology, Psych Central,Wikipedia.
