Los 5 factores clave que deberías conocer para prevenir la demencia
La demencia no es una enfermedad que vaya a tener un tratamiento óptimo o, ¡ojalá!, una curación total en los próximos años. Por desgracia, la neurodegeneración, o envejecimiento cerebral, parece que será un problema que aún nos costará sobrellevar y controlar. Sin embargo, existen investigaciones sobre como prevenir a nuestro organismo de sufrir dicha degeneración cerebral, y cada vez son más los estudios que apuntan a diferentes factores externos que podrían provocar y/o agravar la situación. Por ello, hoy hablaremos de 5 factores a tener en cuenta, tanto para evitarlos como para usarlos en nuestro favor.
1. Tabaco
El tabaco no solo ha demostrado ser una de las drogas legales más terribles de nuestra era, ya que el tabaco es el primer causante del conocido cáncer de pulmón, sino que por lo visto también tiene el dudoso honor de ser el factor de riesgo más importante para acabar sufriendo demencia según un reciente informe llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud.
De hecho, en dicho informe se habla tanto del consumo de tabaco como de la exposición al llamado humo de segunda mano, pues ambos son capaces de aumentar el riesgo de demencia en un 45% para los fumadores activos, y hasta en un 14% para los fumadores pasivos expuestos a este humo. La hipótesis barajada es la misma que en lo referente a la relación entre el tabaco y los infartos cardíacos, y es que esta sustancia tan adictiva es capaz de lesionar los vasos sanguíneos provocando terribles consecuencias, tanto a nivel cerebral en forma de ictus, como en forma de demencia (incluido el Alzheimer).
2. Ansiedad
Por otra parte, en un reciente estudio publicado en la American Journal of Geriatric Psychiatry, ha detectado una relación entre la ansiedad con el riesgo de sufrir demencia. Dicho estudio, llevado a cabo por investigadores del Baycrest Health Sciences’ Rotman Research Institute, ha demostrado por primera vez que los síntomas de ansiedad en los individuos diagnosticados con deterioro cognitivo leve (DLC), aumentan el riesgo de una disminución más rápida en las funciones cognitivas, independiente de la depresión (otro marcador de riesgo).
Para los pacientes con DCL con ansiedad leve, moderada o grave, el riesgo de Alzheimer en concreto se incrementó en un 33%, 78% y 135% respectivamente.
3. Aprender idiomas
Aprender idiomas no solo es bueno para conseguir un lugar de trabajo hoy en día, sino que le puede hacer un grato favor a nuestro cerebro, y evitarnos la demencia (al menos, reducir el riesgo de sufrirla). Al menos así lo afirma un estudio publicado en la prestigiosa revista Neurology a cargo de los Institutos de Ciencias Médicas de Nizcam (India).
Según la investigación, ser bilingüe retrasaría la aparición de hasta tres tipos diferentes de demencia, incluso en individuos analfabetos, por lo que aquí el nivel educativo no sería un factor determinante, sino más bien el conocimiento de un idioma más. La aparición de la demencia podría retrasarse así hasta una media de 4,5 años.
4. ¡Cuidado con el azúcar!
En otras ocasiones se había relacionado el hecho de sufrir diabetes con un aumento del riesgo de sufrir demencia (recordemos que se ha llegado a hablar de “diabetes tipo 3” para denominar al Alzheimer). Sin embargo, hubo un estudio que relacionó el azúcar de manera directa con el riesgo de sufrir demencia, sin necesidad de padecer diabetes.
La investigación, llevada a cabo por los científicos de Group Health Research Institute de la Universidad de Washington, afirmó que mantener los niveles de glucosa (azúcar) elevados en sangre por encima de los 115 mg/dl (el criterio de diabetes sería a partir de 126 mg/dl) podría aumentar el riesgo hasta un 18% en comparación a aquellos individuos con unos niveles de azúcar de 100 mg/dl o menos.
5. Salud dental
Últimamente cada vez nos estamos poniendo más serios sobre el tema de la salud dental, pues no es tan solo el hecho de tener una dentadura limpia y bonita estéticamente hablando, sino que hay mucho más detrás. Y con más me refiero a que tan solo con cepillarse los dientes una vez al día (lo mínimo, pues idealmente deberían ser al menos tres veces al día), podemos evitar consecuencias tan graves como la demencia.
A esa conclusión llegó una investigación llevada a cabo por la Universidad de California y publicada en la revista de la Sociedad Americana de Geriatría. Según sus resultados tras seguir a 5.500 individuos de entre 52 y 105 años durante 18 años, aquellos que no se cepillaban los dientes al menos una vez al día tenían hasta un 65% más de riesgo de sufrir demencia.
Por tanto, podemos afirmar sin lugar a dudas que cepillarse los dientes va mucho más allá de la estética. Está en juego algo mucho más importante: la salud.