The Imitation Game

The Imitation Game

Tecnología

Alan Turing y The Imitation Game, el origen de los ordenadores y la inteligencia artificial

The Imitation Game prometía ser la película que pondría a Alan Turing en el lugar que le corresponde en la Historia. Las cosas no han salido tan bien

13 enero, 2015 22:05

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The Imitation Game ha terminado haciendo algo bueno: traernos a la memoria la figura de Alan Turing, un verdadero genio matemático que debería haber tenido un final feliz para su vida, pero que no pudo llegar a contemplarlo. Una pieza clave en la Segunda Guerra Mundial al conseguir descifrar la máquina Enigma, y su herencia ha hecho posible que la tecnología y los ordenadores estén donde están a día de hoy.

Sin embargo, en oro se convierte todo lo que intenta tocar Hollywood, pero los resultados no siempre son los que deberían ser: The Imitation Game ha terminado siendo un despropósito, porque ni Turing es como se le retrata en la película, ni hay soviéticos en su agenda de conocidos, ni estuvo sólo en Bletchley Park.

La verdadera historia de Alan Turing

Alan-Turing

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Alan Turing fue quien formuló la teoría de máquinas capaces de resolver problemas matemáticos y qué reglas debían seguir para hacerlo. Si cambiamos problemas matemáticos por algoritmos, y máquinas de Turing por base para los ordenadores actuales, probablemente comprendéis la importancia que han tenido las investigaciones del británico. Por no decir que también es considerado el padre de la informática y de la inteligencia artificial, dos méritos que no vienen solos.

Sin embargo, y como ya os comentamos, su carrera se vio abocada al fracaso cuando le condenaron por ser homosexual. Os parecerá ridículo que alguien pueda ser condenado por una preferencia sexual, y lo es, pero terminó muriendo por suicidio/accidente por la presión a la que se vió sometido después de esa sentencia. Ninguna de sus invenciones pudo salvarle de un final muy amargo que no debería haber sufrido, un perdón real a esa condena por homosexualidad que nunca debería haber sucedido.

Alan Turing no es como lo retrata The Imitation Game

The-Imitation-Game-screen

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The Imitation Game prometía traer el nombre de Turing a la historia de manera definitiva, parecía ser la forma de intentar salvar la justicia histórica que se merece. Sin embargo, y como dicen en Yorokobu, esta película no le hace justicia alguna a Alan Turing: desfigurando a un personaje ya maltratado, una figura alterada con tal de conseguir un taquillazo.

Que tuviera algunas manías y fuera raro no es igual a que sea el déspota que ilustra la película (algo completamente falso), nunca hubo romanticismo entre Joan Clack y Alan Turing, Turing jamás escribió cartas a Churchill ni despidió a dos compañeros, la máquina electromecánica que se utilizaba para eliminar una gran cantidad de claves enigma nunca se ha llamado Christopher sino La Bomba, y un largo etcétera de incongruencias y falsedades que no hacen justicia al padre de los ordenadores. Tampoco se menciona el papel que los polacos tuvieron intentando romper Enigma, un papel que merecen tener en la historia.

Los fallos en The Imitation Game no terminan aquí

Benedict-Cumberbatch-the-imitation-game

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Marta Peirano de El Diario también se ha dado cuenta de estos fallos que tiene el biopic, quien considera a The Imitation Game como “el último insulto a la memoria de una de las mentes científicas más brillantes de todos los tiempos”. Y argumentos no le faltan para considerarlo: destaca que la figura de Turing retratada se aleja mucho de la realidad, La Bomba no era una “máquina de Turing”, la historia de amor que retratan entre Turing y Clarke es falsa, no hubo momento Eureka, nunca hubo rivalidad con Alastair Denniston, y John Cairncross (el doble agente soviético) ni siquiera se cruzó con Turing.

Lo cierto es que The Imitation Game es una película que no tiene nada de malo, en realidad. El problema en este caso es que pretende basarse en una historia real que han terminado por distorsionar, con tal de hacer un biopic más atractivo para el gran público. Siempre es difícil encontrar el equilibrio entre contar la realidad y contar una historia, pero en este caso la balanza parece decantarse demasiado hacia el lado de la historia, dejando a un lado la realidad.

Bletchley Park, un lugar con mucha más gente

Bletchley-Park

Bletchley-Park

Aunque, si vamos a hablar de Bletchley Park y la historia de Enigma, debemos pararnos en las 6.600 mujeres de Bletchley Park: la historia que nos retratan en The Imitation Game no es del todo cierta, hubo 8.900 empleados trabajando en aquella fábrica secreta de descifrado, y algo menos de 7.000 empleados fueron mujeres. No existen referencias a ellas en la película, se las come por completo.

Al principio se basaba en llevar mujeres educadas para suplir la falta de personal a causa de la necesidad de llevar a hombres a los campos de batalla, todo bajo el marco de la Segunda Guerra Mundial. Lo que los jefes de Bletchley no se esperaban es que fueran tan buenas en criptoanálisis, y dejaron que volaran con todo su potencial. Una genial idea, pero todas estas mujeres y demás empleados nunca han tenido el reconocimiento que se merecen.

Lo cierto es que Alan Turing se merece un lugar más alto en la historia, con todas sus aportaciones y sus inventos, pero siempre ha estado en la sombra. Servidor no podría estar escribiendo estas palabras si Turing no hubiera sentado las bases de la informática, en realidad, y The Imitation Game no deja de ser una película que tiene mucho más de historia que de realidad, y que no le va a dar a Turing ese sitio que se merece tener desde hace mucho tiempo. El verdadero Alan Turing no es el que nos presentan en la película, tiene más de ficción que de realidad como cualquier otra película, pero me gustaría pensar que esto servirá para que sea más conocido por todos.