Estimulación eléctrica cerebral, una extraña "alternativa" a la cafeína
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Continuamente estamos buscando formas y formas de mantenernos despiertos durante el día, ya sea por trabajo o por estudios (no sabría decir cual de las dos situaciones es peor).
La forma típica es el café, y un nivel más allá se encuentran las bebidas energéticas, destacando estas últimas por seguir siendo muy polémicas y poco estudiadas hasta el momento. Otra forma de mantenernos activos son las siestas, o mejor, combinar siesta y café como os explicamos en su día.
Pues parece que se puede ser más “bestia”, si me permitís la expresión, ya que unos investigadores de EE.UU. han ido más allá todavía, probando la estimulación eléctrica cerebral en sus militares como “alternativa” a la cafeína.
Estimulación eléctrica cerebral para aguantar la privación de sueño
Según los investigadores del Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas de New Carlisle, en Ohio, la estimulación eléctrica cerebral aplicada en el personal militar podría mejorar su rendimiento hasta dos veces más que la cafeína, en un afán de aumentar la vigilancia de estos militares frente a la privación de sueño que sufren durante su jornada de trabajo en las fuerzas aéreas.
El experimento, llevado a cabo en hombres y mujeres de entre 18 y 42 años de edad demostró que la aplicación de media hora de estimulación eléctrica cerebral mejoraba el rendimiento hasta dos veces más que la cafeína, y no solo eso, sino que dicho rendimiento duraba tres veces más que la cafeína.
Así lo comenta Andy McKinley, director del estudio:
“En las fuerzas aéreas hay muchas misiones de inteligencia y tenemos una gran cantidad de analistas buscando objetivos, ya sean vehículos, edificios o lo que sea. Este tipo de tarea de análisis de imagen no se puede llevar a cabo por automatización. No hay un algoritmo informático, y necesita un esfuerzo humano. Si podemos ayudar a nuestra gente para que preste más atención durante largos periodos de tiempo, podemos mejorar mucho”
Para demostrar la eficacia de este “extraño” método alternativo para mantener la concentración, los investigadores trabajaron con 30 militares que, tras pasar un día normal de trabajo, acudieron al laboratorio para participar en el estudio, que duraría toda la noche. Al final, los voluntarios habrían estado despiertos 30 horas (habría que pensar en aplicar a los médicos de guardia este método, pues algunas guardias llegan a la friolera de 32 o 36 horas…).
Cada dos horas, los participantes informaban sobre su estado y se comprobaba su tiempo de reacción. Además, se les iba haciendo pruebas de vigilancia al obligarles a ver un punto brillante que se movía constante mente alrededor de un círculo. Alrededor de unas doce veces por hora, este punto se movía a otra posición, y los militares debían responder a ello clickando un botón.
Y aquí llega el experimento: Sobre las 4 AM, cuando el rendimiento cognitivo es más bajo, los científicos dieron estimulación eléctrica cerebral junto a placebo a un grupo de militares, y cafeína junto a estimulación eléctrica cerebral falsa (inactiva, pero colocando los electrodos) a otros. Un tercer grupo, o grupo control, recibió tanto placebo como estimulación falsa. En definitiva, ningún estimulante.
La estimulación eléctrica cerebral dura mucho más de lo esperado
Se esperaba que la estimulación eléctrica cerebral tuviese mejores resultados que la cafeína, pero la duración de dichos resultados resultó inesperada, ya que aquellos que la recibieron conservaron el mismo nivel de atención hasta seis horas después, mientras que los que tan solo bebieron cafeína o no recibieron ningún estimulante sufrieron una disminución de rendimiento rápida.
Además, los que habían recibido electrodos también tenían mejores puntuaciones respecto a fatiga, somnolencia, energía y estado de ánimo en comparación a los otros dos grupos.
“Creo que la razón por la que estamos recibiendo estos efectos a largo plazo es que están haciendo algunos cambios más duraderos en las conexiones neuronales”
Pero la cosa no acaba aquí, pues los investigadores quieren saber más y ya piensan en probar hasta que punto de duración se puede alcanzar con la estimulación eléctrica cerebral. Como ya supondréis, este método tiene sus riesgos, y aún no está regulado ni suficientemente estudiado. Además, se han dado casos de convulsiones y cambios de humor en niños que han recibido terapias así. No quiere decir que esto suceda en todo el mundo o que sea peligroso, pero puede ocurrir.
Por el momento, será necesaria una regulación adecuada de la venta de estos dispositivos, que se pueden adquirir sin restricción en la actualidad a pesar de no conocer sus riesgos totalmente.
Vía | Brain Mysteries.