Los exoesqueletos ofrecen muchas posibilidades, pero tienen sus desventajas. Ahora un exoesqueleto flexible llega para solucionarlas.

El proyecto llega de la Universidad de Hiroshima en Japón, donde en vez de crear un enorme dispositivo en el que nos tenemos que montar, han decidido estudiar los músculos para intentar mejorarlos aprovechando su potencial. Se llama Sensorimotor Enhancing Suit, y está basado en la relación entre los músculos y los nervios. Cuando un músculo tiene que soportar una gran carga ve limitada su capacidad de sentir el movimiento.

Un exoesqueleto flexible que no es como los demás

exoesqueleto flexible 1

Estudiando la manera en la que el cuerpo reacciona ante la carga que transporta es posible compensar en puntos concretos, y eso es lo que hace este exoesqueleto flexible. La consecuencia directa de esto es que no es necesario grandes soportes de metal, ni tampoco una fuente de energía para ayudar a movernos; nuestros propios músculos lo harán. De esta manera podemos ejercer fuerzas mayores sólo aprovechando lo que tenemos en nuestro cuerpo (aunque evidentemente no al nivel que ofrece un exoesqueleto mecánico).

exoesqueleto flexible 2

Aunque este tipo de exoesqueleto no sirva para la construcción o para otras tareas pesadas, sí que podría ser de gran ayuda para levantar personas en centros médicos o incluso para que los propios pacientes los lleven para que puedan levantarse solos, así como para trabajos en condiciones extremas.