La electricidad no sólo servirá para hacer funcionar nuestros coches, sino también los aviones, otro de los grandes culpables de la contaminación actual. Los aviones eléctricos se beneficiarán mucho de estas alas desarrolladas por la NASA.

El proyecto LEAPTech (Leading Edge Asynchronous Propeller Technology) es un cambio completo respecto a lo que estamos acostumbrados a ver en los aviones actuales de grandes alas y de dos a cuatro motores.

En vez de eso estas alas revolucionarias son relativamente pequeñas comparadas con el fuselaje del avión; no sólo eso, sino que cuentan con una gran cantidad de motores en cada una, con 18 en total.

Los aviones eléctricos serán algo diferentes a los actuales

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Esos 18 motores son eléctricos y están montados en un ala de carbono; se mueven gracias a baterías de litio-ferrofosfato. Cada uno de estos motores puede ser operado independientemente para mejorar el consumo dependiendo de la velocidad.

La NASA espera avivar el mercado y animar a los fabricantes a dar el salto a la energía eléctrica para hacer funcionar sus aviones, aunque aún quede mucho trabajo por delante. Para empezar, estas alas están recibiendo pruebas exhaustivas, aunque por el momento no están “volando” propiamente dicho.

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En vez de eso las pruebas se hacen montando las alas en una estructura encima de un camión que circula a velocidades de hasta 112 km/h para comprobar su estabilidad. Cuando estas pruebas terminen el plan es montarlas en un avión comercial para comprobar las diferencias.

Se espera que en los próximos dos años los ingenieros puedan montar una versión mejorada de las alas en un Tecnam P2006T, aunque no es el único proyecto de la NASA relacionado con aviones eléctricos, como el GL-10 que quiere sustituir a los helicópteros.