Consejos para padres y madres: Control de esfínteres
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Muchos padres y madres se desesperan cuando llega el momento de la retirada del pañal o control de esfínteres por parte de los pequeños, y manifiestan verbalizaciones tales como “el niño no aprende“. El control de esfinteres se adquiere cuando el niño está maduro para ello, no se aprende. Es importante que tengáis en cuenta que es un proceso que requiere mucha paciencia y constancia. Y es importantísimo realizar un programa de control de esfinteres con el niño cuando se tenga tiempo, durante unas vacaciones por ejemplo. Una de las cosas más importantes es tener en cuenta que el pañal se retira cuando ya haya control de esfinteres y no al revés con se suele hacer.
Consejos para el control de esfínteres de los niños
1. Es un cambio lleno de idas y vueltas: No es un cambio repentino ni un cambio fácil, hay que estar predispuesto a que tendrá muchas idas y venidas.
2. Recomendable empezar el control de esfínteres entre los 21 y 36 meses: A pesar de que recomendamos dicha franja de edad, es importante tener en cuenta que depende de la madurez de cada niño. Los niños necesitan alcanzar cierta madurez neurológica y motora para llegar al control de esfínteres.
3. No te preocupes si se produce una vuelta al pañal: No se puede hablar de regresión en un niño de 2 o 3 años, porque no se puede regresionar a un lugar del que nunca se ha salido.
4. Cuidado con tu comportamiento: No etiquetes al niño con frases como “meón”, así solo consigues humillarle y bloquearle. Tampoco te enfades si se hace pipi en la ropa, aún no ha adquirido el control de esfinteres, no es un acto de desobediencia. Tampoco des elogios y recompensas, el control de esfinteres es un proceso natural y necesario, no se obtiene a base de recompensas sino a base de paciencia.
5. Elabora un programa: Establece un esquema con los horarios del niño, en el que se establezca la hora de tener que sentarse en el váter u orinal, hay que calcularlo bien. Para ello se ha de comprobar previamente el tiempo que puede permanecer seco y adelantarse al momento en que suele hacerlo (cada hora y media suele ser un periodo razonable). Se puede realizar un registro de cada cuanto tiempo suele orinar.
6. No le mantengas mucho tiempo en el orinal: Si el niño permanece una hora en el orinal puede pensar que es un castigo, por lo tanto siéntale solo 10 minutos, si en ese tiempo no consigue hacer nada es que no se ha calculado bien el tiempo.
7. Preocúpate sólo por el control de esfínteres diurno: Se comienza con el nocturno cuando el primero, el control de esfínteres diurno, se encuentra bastante consolidado, no antes.
8. Anticípale lo que tiene que hacer: No le lleves hacia el orinal sin más, mejor si le anticipas todo lo que va a ocurrir. Por ejemplo: “Vamos a ir al cuarto de baño para hacer pipí en el vater, primero nos bajamos los pantalones, después nos bajamos los calzoncillos (o braguitas), nos sentamos en el vater porque vamos a hacer pipí en el vater “.
No temáis ser repetitivos, es muy importante asociar las palabras claves (CUARTO DE BAÑO, PIPI, WATER) con el control de los esfínteres.
9. Prevenir los miedos: Por ejemplo miedo al váter, antes de empezar el programa puedes ir acercándole de forma gradual, muy poco a poco.
10. Involucrarle en el proceso: Que te acompañe a comprar el orinal o un cuento para que lea cuando tenga que sentarse en el mismo, que sea participe en todo momento.
Es importante tener en cuenta que el control de esfínteres es un proceso del desarrollo del niño que tiene que llevarse a cabo sin estrés ni malestar. Estamos ante un proceso madurativo que no podemos acelerar solo porque nosotros queramos que así ocurra. Una alta dosis de paciencia es uno de los factores más recomendables en este proceso.