Descubren un mecanismo clave en la diferenciación sexual cerebral
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La diferenciación sexual cerebral y física suele producirse durante el llamado desarrollo prenatal, es decir, los meses de formación del bebé en el vientre materno. En la mayoría de animales, incluídos los humanos, la diferenciación sexual cerebral con características específicas femeninas o masculinas se da durante este periodo, y hay porciones cerebrales en hombres o mujeres con tamaños diferentes, cantidad de neuronas y conexiones neuronales diferentes. Sin embargo, es posible que todo esto esté equivocado, pues un nuevo estudio contradice que el final de esta diferenciación sexual se produzca al nacer, y que podría modificarse incluso tras el nacimiento.
El fin de la diferenciación sexual cerebral, en entredicho
Al menos así lo afirman en su nuevo trabajo los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, a cargo de la profesora Margaret McCarthy y cuyo estudio se ha publicado en la revista Nature Neuroscience. MacCarthy y sus colegas estudiaron el desarrollo cerebral en ratas recién nacidas. Encontraron que, tras la administración de estradiol (un derivado de la testosterona), se desencadenaba un mecanismo “silenciador” de genes cerebrales, permitiendo iniciar un proceso de masculinización que implicaba a unas enzimas denominadas metiltransferasas de ADN o DNMTs, las cuales tienen como función reprimir la expresión de algunos genes.
En otras palabras, tras el nacimiento de las ratas, si se usaba estradiol para evitar el funcionamiento de las DNMTs, era posible iniciar la masculinización cerebral de forma artificial, contradiciendo así que este proceso de diferenciación sexual se para tras el nacimiento, pues por lo visto puede alterarse de forma externa.
Además, McCarthy y sus colegas también encontraron que la inhibición de las DNMTs tiene efectos poderosos, llegando a poder transformar el cerebro de una rata hembra en una rata macho, y viceversa, incluso tras el período de “fin de diferenciación sexual” antes comentado.
La modificación de la diferenciación sexual cerebral es posible
Los investigadores inyectaron inhibidores de DNMTs en una región específica de los cerebros de las mujeres, el área preóptica o POA, la cual juega un papel clave en la conducta sexual masculina. La inyección se produjo una semana después del nacimiento de las ratas, un período durante el cual se debería haber acabado la diferenciación sexual, pero encontraron que esta área preóptica se transformó y adoptó características estructurales de una rata macho; y no solo eso, pues el comportamiento de las ratas también se modificó, y las ratas hembra adquirieron comportamientos sexuales típicos de ratas macho. En otro experimento se eliminó genéticamente el gen responsable de las enzimas DNMT en ratones hembra, y el efecto fue el mismo: Las ratas hembra adquirieron comportamientos y conductas de ratas macho.
“Físicamente, estos animales eran hembras, pero su comportamiento reproductivo era de ratas macho. Fue fascinante ver tal transformación”
En anteriores trabajos también se habían vinculado células inmunes inflamatorias, las células de la microglia, en esta diferenciación sexual cerebral. Ahora podemos añadir las enzimas DNMT a este rompecabezas tan complejo, y la profesora McCarthy está realizando, por otra parte, otro estudio que vincule el sistema inmune con la diferenciación sexual.
Vía | PsyPost.
Fuente | Nature Neuroscience.