Participar en actividades artísticas o artesanales podría prevenir el deterioro cognitivo leve
El aumento de la población de tercera edad en los últimos años no tiene precedentes históricos. Las personas de 85 años o mayores constituyen el grupo de edad de más rápido crecimiento. Además, es un incremento generalizado, ya que afecta a casi todos los países del mundo. El aumento constante del número de personas mayores tiene una directa influencia en todos los aspectos de la vida. Con respecto a la salud, el número creciente de población anciana ha propiciado también un incremento de las enfermedades crónicas y neurodegenerativas, estas últimas muy ligadas al deterioro cognitivo.
La mejora de la calidad de vida de los mayores es un objetivo muy importante en las estrategias de salud actuales. Por ello, todo avance científico que ayude en este sentido debería ser tenido en cuenta y considerado ya no sólo cuando la enfermedad se presenta, sino como forma de prevención, que siempre es mucho mejor que cualquier tratamiento médico. Muchos de los estudios de los últimos años se centran, de hecho, en encontrar cambios en el estilo de vida (en todas las edades) para mantener a raya este tipo de enfermedades o, al menos, retrasar su aparición. Como el que presentamos hoy.
Un trabajo publicado en la revista Neurology sugiere que la participación en actividades artísticas y artesanales durante la mitad de la vida podría ayudar a conservar la memoria en edades avanzadas. Los investigadores también han encontrado, por otro lado, que las actividades de socialización durante estas dos franjas de edad podría retrasar el desarrollo, en edades muy avanzadas, de los problemas de pensamiento y memoria que a menudo conducen a la demencia.
Arte y oficio para el cerebro
Según los investigadores, el estudio apoya la idea de que el trabajo mental puede ofrecer protección neuronal, estimular la neurogenia (crecimiento de nuevas neuronas), o incluso ayudar a almacenar nuevas neuronas para mantener las actividades cognitivas en la vejez.
Los expertos hicieron un seguimiento a 256 personas con una edad promedio de 87 años sin problemas de memoria al inicio del estudio. En dicho seguimiento, los participantes informaron de su participación en actividades artísticas, como la pintura, el dibujo, y la escultura; y oficios, como la carpintería, la alfarería, la cerámica o la costura. Los voluntarios también registraron su participación en actividades sociales, tales como el teatro, cine, conciertos, socializar con amigos, clubes de lectura y viajes. Por último, también se documentaron las actividades con el ordenador: uso de Internet, juegos por ordenador, búsquedas en la web y compras en línea.
En el estudio, 121 personas desarrollaron deterioro cognitivo leve después de una media de 4 años. Los participantes que dedicaron gran parte de su tiempo a actividades artísticas presentaron un 73% menos de probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo leve que aquellos que no. Los que informaron llevar a cabo trabajos artesanales presentaron un 45% menos de probabilidades, los que socializaban más, un 55% menos, y, por último, el empleo del ordenador en se asoció con un 53% menos de riesgo de deterioro cognitivo leve.
Por otro lado, los investigadores detectaron factores que contribuyeron al deterioro: la presencia del gen APOE, una presión arterial alta en la mitad de la vida, depresión y problemas en los vasos sanguíneos.
Fuente | Eurekalert