Vacunas: Todo lo que deberías saber
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Tras el revuelo generado en torno al menor que ingresó grave en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona debido a una infección de Difteria, aparece un nuevo alarmante; hay 8 menores portadores de dicha bacteria. Ya que sí habían sido vacunados, estos menores no sufrieron de síntoma algo por esta bacteria, sin embargo, sí eran portadores y por lo tanto podrían transmitir dicha enfermedad a otros niños no vacunados.
Hay ciertos aspectos que no conocemos del todo bien sobre las vacunas, y que nos pueden llevar a tomar absurdas decisiones como la de no ser partidarios de las mismas. Para evitar que esto ocurra, en Medciencia os acercamos lo que debes saber sobre las vacunas.
Vacunas al detalle
Para entender mejor como actúan considero fundamental dejar bien claro los aspectos fundamentales seguidos en el desarrollo de una vacuna. Por lo general, las vacunas deben de cumplir los siguientes parámetros, para poder considerarse segura y emplearla en el campo de la salud:
- Capacidad de inmunización: Posterior a la aplicación de la vacuna, el contacto con el agente infeccioso en cuestión no debe suponer síntoma de la enfermedad, ya que se estará inmunizado. Por ello, la vacuna debe ser útil frente a todas las variables del patógeno.
- Duración de la inmunización: Depende de las células de memoria B y T, e idealmente es durante toda la vida. Algunas vacunas, deben de ser renovadas cada cierto tiempo para mantener la inmunización.
- Efectos secundarios: Es vital controlar que la enfermedad no se presente al introducir la vacuna, e igual de importante que no aparezca otro efecto indeseado. Esto aparece sobre todo en las vacunas tradicionales, cuya elaboración se basaba en el patógeno atenuado o muerto, y que por lo tanto generaba un riesgo mínimo de aparición de la enfermedad.
- Posibilidades de aplicación real: Aun cumpliendo el resto de aspectos, si su producción, mantenimiento, distribución y aplicación no son sencillas o baratas, no se llevará a cabo. El ejemplo, es la vacuna de la hepatitis B, pues se no se podía producir de la manera tradicional, o de las vacunas necesarias en zonas áridas, como los desiertos, pues dificultaban el mantenimiento en frío de algunas vacunas.
Conocer que estos aspectos se han controlado minuciosamente nos deja un poco más tranquilos, ¿no?
Mecanismo de acción de las vacunas
Tan importante como las bases de producción de vacunas, lo son los mecanismos de los que se aprovecha las vacunas para evitar la infección del patógeno, pues no dan una idea aproximada de las dificultades que tendremos para hacer frente a nuevas variantes del patógeno o la respuesta que puede ocasionar cada organismo por individual. Vamos a clasificar la respuesta en vista al sistema inmune:
- Inmunidad humoral: Es la convencional o la primera que se descubrió. Es la respuesta de los organismos frente al ataque de patógenos mediante la liberación de anticuerpos, las inmunoglobulinas, que son producidos por los linfocitos B. Este anticuerpo se localiza en la membrana del linfocito, y cuándo mediante este reconoce al agente extraño, se desencadena una rápida reproducción de la clase de linfocitos que reconozca dicha molécula sospechosa. A partir de aquí, los linfocitos se diferenciarán en células plasmáticas, que reconocerán al agente, se pegarán a él en el torrente sanguíneo y lo degradarán, o en células de memoria, que no posee anticuerpos, pero que en el momento de que vuelva a aparecer el elemento extraño desencadenarán una respuesta inmune más efectiva.
- Respuesta celular: Reconoce a las células del propio organismo que estén infectadas. Esto ocurre porque todas las células del organismo presentan al exterior una parte proteica en síntesis. Estas proteínas son reconocidas por los linfocitos T-citotóxicos, en unos receptores que presentan una estructura muy específica. Si una célula está infectada, expondrá tanto sus proteínas como las del patógeno que las ha infectado, de tal forma que el linfocito T-citotóxico responderá de la misma forma que el linfocito B.
Lo óptimo en las vacunas, es que genera tanto respuesta humoral como celular. En la puesta a práctica, se destaca que el factor clave en la inmunidad es la producción de células de memoria, puestas son las que realmente controlan la aparición o no de la sintomatología de la enfermedad.