Tu perro sabe reconocer a tus enemigos
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Las recientes investigaciones sobre lo que es capaz de hacer, sentir o reconocer un perro no dejan de sorprendernos. Aunque ya lo intuíamos, hace relativamente poco tiempo hemos confirmado que, realmente, un perro es capaz de reconocer emociones y actuar en consecuencia. Además, también nos preguntamos si un perro es capaz de ver la televisión, o por qué tratamos a nuestros perros como si fueran nuestros hijos.
Los perros, como podemos observar, son animales ciertamente peculiares y bastante sociables (una característica de la cual gozan pocas especies, incluidos primates y humanos). Ahora también se ha confirmado que tu perro sabe reconocer a tus enemigos, o a tus amigos.
El enemigo de tu enemigo es… tu perro
Así lo afirma un reciente estudio japonés dirigido por Kazuo Fujita, de la Universidad de Kyoto. En muchas ocasiones hemos podido observar cómo nuestro perro no muestra simpatia por aquella gente que no se comporta adecuadamente con nosotros e incluso se niegan a saludar o recibir comida de parte de estos individuos. Y eso mismo han confirmado y corroborado en este nuevo estudio, donde los investigadores probaron a tres grupos de 18 perros en el cual sus propietarios tenían que abrir una caja.
En los tres grupos, el propietario era acompañado por dos personas a las que el perro no conocía: En el primer grupo, el propietario buscó ayuda de una de las dos personas y esta se negaba activamente a ayudar. En el segundo grupo, la otra persona sí ayudaba activamente. Finalmente, en ambos grupos existía una tercera persona totalmente neutral, y que no participaba ayudando o negándose a ello.
En el tercer grupo, nadie interactuaba con el dueño ofreciendo o negando ayuda (grupo control).
Tras la escena, en ambos grupos la persona desconocida (que había ayudado o no al dueño, según el grupo estudiado) ofrecía comida al perro, al lado de la persona neutral. Como cabía esperar, los perros que vieron cómo se les negaba ayuda a su dueño eran mucho más propensos a rechazar la comida del individuo que había negado la ayuda, y se dirigían al individuo neutral. Por su parte, los perros que habían visto cómo sí se ayudaba a sus dueños y los perros cuyo dueño no pidió ayuda no mostraban una clara preferencia por un individuo u otro (el neutral o el que había prestado ayuda). Es decir, los perros reconocían a los “enemigos”, pero no parecían tomar como “amigos” a los individuos neutrales.
“Hemos descubierto por primera vez que los perros hacen evaluaciones sociales y emocionales de las personas independientemente de su interés directo. Esta capacidad es uno de los factores clave en la construcción de una sociedad altamente colaborativa, y este estudio muestra que los perros comparten esa habilidad con los humanos”
Esto significa que si los perros hubiesen actuado únicamente por su propio interés (comida), no habría diferencias entre los grupos, y un número aproximadamente igual de animales habría aceptado comida de una persona u otra, independientemente de la ayuda prestada a su respectivo dueño. Curiosamente, esta habilidad colaborativa se muestra en los niños a partir de los tres años de edad, y no todos los primates tienen ese comportamiento.
Vía | The Guardian.