Intolerancia a la fructosa: Lo que deberías saber
La fructosa es un monosacárido o azúcar simple, es el tipo de azúcar que encontraríamos de manera natural en alimentos como la fruta o la miel, y de manera artificial en muchos alimentos procesados, en forma de edulcorante y mediante alimentos con contenido en sacarosa, también llamada comúnmente como el azúcar de mesa, ya que este se da por la formación de glucosa mas fructosa.
La fructosa empezó a utilizarse en forma de edulcorante en los años 70, pero tras observarse que el consumo de productos con dicho edulcorante estaba relacionado con un aumento en casos de síndrome metabólico, en los años 80 se redujo considerablemente su uso.
¿Por qué se produce una intolerancia a la fructosa?
La intolerancia puede venir dada por dos tipos completamente diferentes de situaciones:
-Puede darse una intolerancia a la fructosa por el déficit de aldolasa B, enzima encargada de metabolizar la fructosa en el intestino delgado, lo que provoca una serie de cambios químicos nocivos para el organismo, en especial para el hígado. Este tipo de intolerancia es diagnosticada en edades muy tempranas, ocurre en 1 de cada 20.000 personas y los síntomas relacionados tras la toma de alimentos con fructosa, sacarosa o sorbitol son: Vómitos, nauseas, hipoglucemia y coloración amarillenta de piel y ojos.
–Intolerancia a la fructosa derivada de malabsorción: Suelen ser el tipo más común de intolerancia y afectan acerca de un 30% de la población, las personas que sufren este tipo de intolerancias pueden presentar diferentes grados de tolerancia a la fructosa,encontrando individuos con diferentes grado de intolerancia desde total a parcial, pudiendo así consumir ciertos alimentos con fructosa, dependiendo del grado de tolerancia se deberá llevar a cabo un tipo de dieta más o menos estricta.
Diagnóstico
En el caso de intolerancias a la fructosa hereditarias se pueden llevar a cabo diferentes pruebas que nos confirmen el diagnóstico como son: exámenes de coagulación sanguínea, estudios enzimáticos, pruebas genéticas, entre otros.
También en caso de sospecha de la intolerancia pueden realizarse exámenes de prueba de aliento, que consiste en comprobar si transcurrida una hora tras la toma de alimentos con fructosa, se hallan niveles de hidrógeno, en caso positivo se procede a confirmar un diagnostico de intolerancia.
Tratamiento
El tratamiento para la intolerancia a la fructosa es básicamente dietético, dependerá en gran parte del tipo de intolerancia que se posea, siendo tratada la intolerancia hereditaria a la fructosa de manera más estricta, ya que en ese caso necesitamos una eliminación casi completa de la fructosa en la dieta, y un tratamiento más permisivo dependiendo del grado de tolerancia para los casos de intolerancia a la fructosa debido a una malabsorción, que deberán comprobar en que medida son capaces de tolerar alimentos con cantidades de fructosa , sacarosa o sorbitol,y en consecuencia ajustar las cantidades que no provoquen síntomas.