Demasiada serotonina podría aumentar la ansiedad, no reducirla
Muchas personas sienten ansiedad cuando tienen que ponerse a hablar delante de un público o socializar con los demás. Si esta ansiedad se convierte en algo aún más discapacitante y afecta el día a día, puede que la persona esté sufriendo fobia social, considerada un trastorno psiquiátrico. Estudios anteriores han llevado a concluir que los individuos con trastorno de ansiedad social o fobia social tienen muy bajos niveles del neurotransmisor serotonina, la hormona que está más relacionada con nuestro estado de ánimo. Un nuevo estudio publicado en JAMA Psychiatry muestra, sin embargo, que la situación podría ser exactamente la contraria. En otras palabras, que las personas con fobia social podrían estar produciendo demasiada serotonina.
Sobre la base del conocimiento tradicional, el caso es que en la actualidad la fobia social se trata médicamente con compuestos de ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) que, en resumidas cuentas, aumentan la cantidad presente de serotonina en el cerebro.
Los investigadores, de la Universidad Uppsala, en Inglaterra, han encontrado mediante diferentes técnicas, de imagen y de transmisión de señales químicas, que los pacientes con fobia social producen un exceso de serotonina en la amígdala, una parte del cerebro esencial en el control del miedo. Cuanta más serotonina producían los pacientes, más ansiedad sentían cuando se encontraban en situaciones sociales.
Los expertos indican que las personas con fobia social no sólo producen más serotonina que las que no tienen un trastorno de este tipo, sino que también bombean más hormona. Esto lo han constatado en otro grupo de pacientes que utilizan un trazador diferente que a su vez mide el mecanismo de bombeo. Según ellos, esto podría ser un intento de compensar el exceso de serotonina activa en la transmisión de señales.
Sin duda, este descubrimiento es un gran paso adelante en lo que respecta a la identificación de los cambios en los mensajeros químicos del cerebro en aquellas personas que sufren de ansiedad. Investigaciones anteriores ya habían constatado que la actividad nerviosa en la amígdala es mayor en las personas con fobia social y, por lo tanto, ese centro el miedo del cerebro es más sensible. Los nuevos hallazgos indican que un exceso de serotonina es parte de la razón subyacente.
Fuente | Uppsala University